Muchos británicos han estado quemando sus facturas de electricidad y servicios públicos en medio de las protestas por el empeoramiento de los estándares de vida y los altos precios de la energía que se llevan a cabo en varias ciudades del Reino Unido este fin de semana.
“No puedo pagar, no pagaré, no pago”, fue una de las consignas que corearon los participantes de las manifestaciones que se han desarrollado a nivel nacional, incluidas las ciudades de Londres, Plymouth, Aberdeen, Birmingham, Brighton y Bradford.
El movimiento Don’t Pay UK, que ha organizado varias de las movilizaciones, ha instado a los británicos a dejar de pagar sus facturas. Así, unos 200.000 hogares han prometido dejar de pagar la cuenta hasta que el Gobierno emprenda acciones para proteger a las familias más vulnerables, informa The Guardian.
Actualmente, Europa enfrenta una crisis energética que se agravó tras la implementación de sanciones contra Moscú y que está provocando un importante daño a su economía. Si bien el Reino Unido no depende directamente de Rusia para abastecerse de combustible, sufre por el incremento de los precios de la energía y el aumento de los costos de vida.
La situación se agudiza con el nivel de inflación más alto registrado en el país desde febrero de 1982. En julio, el índice de precios al consumidor en el Reino Unido se disparó al 10,1 %. Asimismo, esta semana, la libra esterlina alcanzó su mínimo histórico frente al
