Un equipo internacional de investigadores descubrió que el impacto del asteroide Chicxulub, que causó la desaparición de los dinosaurios hace unos 66 millones de años, en el Cretácico, provocó megaterremotos que sacudieron nuestro planeta durante semanas, o incluso meses, tras la colisión del cuerpo celeste, informa la Sociedad Geológica de EE.UU.
Durante los trabajos de campo realizados en 2014 en la isla colombiana de Gorgonilla, los científicos descubrieron a una profundidad de entre 10 y 15 metros por debajo del fondo marino estratos de lodo y arenisca notablemente deformados por actividad sísmica y que estaban cubiertos por una capa de formaciones esféricas con diminutos minerales redondeados y gotas de vidrio solidificadas, llamadas tectitas.
Según detallan los expertos, las tectitas se formaron cuando el calor y la presión del impacto fundieron y dispersaron la corteza terrestre, expulsando a la atmósfera pequeñas gotas de roca fundidas que luego volvieron a caer a la superficie como vidrios.
Tras analizar los estratos, los académicos descubrieron que las fallas y deformaciones de los estratos se extendían hasta la capa de estas formaciones esféricas que se depositó tras el impacto, lo que indica que las sacudidas continuaron durante las semanas, o meses, que tardaron los granos más finos en asentarse en el fondo marino.
Del mismo modo, apuntan, descubrieron sobre los depósitos de tectitas, esporas de helechos fosilizadas, evidencia de la recuperación de la vida vegetal tras el cataclismo.
De acuerdo a sus estimaciones, el “megaterremoto” liberó aproximadamente 10²³ julios de energía, una cantidad casi 50.000 veces superior a la liberada durante el terremoto de magnitud 9,1 de Sumatra (Indonesia) de 2004, uno de los más poderosos registrados en los últimos tiempos.
Los resultados completos de la investigación serán presentados este domingo en una conferencia durante el evento Connects, organizado por la Sociedad Geológica de EE.UU.
Fuente: RT China