Este martes 18 de octubre se presentaron los resultados del estudio RepCore® Nations Latinoamérica 2022, el cual mide el grado de admiración, respeto y confianza que la población de los países del G7 (Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón) otorga a 20 de las naciones de la región.
El estudio señala que el país mejor percibido de la región es Costa Rica, seguido del Perú, Argentina y Puerto Rico, en un ranking que cierra Nicaragua con el indicador de reputación más bajo.
Así, el Perú obtuvo un indicador de reputación (RepScore) de 50,1 puntos entre la población general de los países más industrializados, lo que equivale a un nivel moderado según la escala de Reputation Lab, ligeramente superior a la media de los 60 países con mayor PBI (50 puntos) y significativamente superior a la media de los 20 países latinoamericanos incluidos en el estudio (46.1 puntos).
Prado considera que es claramente mejor percibido que la mayoría de los países de la región en aspectos como “entorno natural atractivo”, “oferta de ocio, cultura y gastronomía”, “protección del medioambiente” y “calidad de productos y servicios”, lo que se traduce en una mayor intención de visitar el país, comprar sus productos o invertir en él.
Expectativas
Según refiere el co-fundador y director de Reputation Lab, Fernando Prado, “el modelo RepCore® Nations, explica con gran precisión la reputación de un país, lo que nos permite identificar dónde centra la opinión pública sus expectativas, aportando elementos esenciales para desarrollar planes de gestión y creación de valor”.
Un detalle relevante que ofrece el RepCore® Nations Latinoamérica 2022 es el bajo indicador de reputación del conjunto de los países de América Latina, que en promedio se sitúa cuatro puntos por debajo de la media de reputación de los 60 países con mayor PBI, agregó.
Atributos racionales
Comentó que la base de la apreciación reputacional responde a un conjunto de 22 atributos racionales que cubren diversos aspectos económicos, sociales, políticos, culturales, entre otros.
“Su análisis permite entender qué temas son más relevantes para la opinión pública internacional, y explicar la reputación de cada país a través de su perfil de imagen”, dijo.
La reputación de un país es clave a la hora de medir su impacto en variables económicas como la llegada de turistas, las exportaciones y la inversión extranjera directa. También cuando se habla de diplomacia pública o atracción de talento y hasta cuando se hace referencia a la calidad de los productos y servicios que ofrece un país, subrayó Prado.
Algunos datos clave
Explicó que la relativamente baja dispersión de los resultados obtenidos entre países, evidencia un conocimiento limitado de Latinoamérica por la opinión pública internacional. Otra interesante conclusión es que la reputación de los países latinoamericanos es distinta según el entorno geográfico en que se analice.
Por ejemplo, China evalúa a la región dos puntos por encima de la media de los 60 países con mayor PIB. Las crecientes relaciones comerciales del gigante asiático con Latinoamérica podrían haber influido en esta mejor percepción de los ciudadanos chinos.
Fortalezas
Las fortalezas identificadas en Latinoamérica responden a factores como: “entorno natural atractivo”, “éxito deportivo”, “gente amable y simpática” y “oferta de ocio, cultura y gastronomía”. Las percepciones más negativas se encuentran en temas como: “país tecnológicamente avanzado”, “calidad del sistema educativo”, “gente educada y confiable”, “seguridad”, “entorno favorable para los negocios”, o “ética, transparencia, ausencia de corrupción”.
Una de las variables relevantes en la actualidad para la construcción de la reputación país es la “lucha contra el cambio climático”.
Por ello, durante la exposición de los resultados del estudio se invitó a Álvaro Rodríguez de Sanabria, coordinador general de The Climate Reality Project, quien insistió en que “cada vez más la mejor reputación será la de aquellos países que logren construir una senda sólida hacia un planeta descarbonizado”.