El embarazo precoz se ha convertido en un problema que afecta a las niñas en la adolescencia temprana, en especial en entornos de pobreza, familias en donde no hay una supervisión estrecha de los hijos y en adolescentes que por razones culturales deben contraer matrimonio antes de ser adultos. Los embarazos en madres adolescentes son considerados como embarazos de alto riesgo, ya que es común que se presenten complicaciones como los abortos espontáneos, prematuridad o bajo peso al nacer en el feto.
Debe ser manejado siempre por equipos multidisciplinares (pediatra, obstetra, matrona, psicólogo, asistente social…).