Palestina asevera que la divergencia que hay entre los “partidos racistas” en Israel para tornar al poder es como la diferencia entre una Pepsi y una Coca Cola.
El primer ministro de Palestina, Muhamad Shtayyeh, afirmó el miércoles que no se esperaba que las elecciones generales israelíes produjeran un socio para la paz en los territorios ocupados, y que la victoria de la derecha es resultado del aumento del extremismo contra los palestinos.
“La identidad del ganador de las elecciones israelíes no importa, ya que la diferencia entre los partidos israelíes es la misma que existe entre Pepsi-Cola y Coca-Cola”, enfatizó.
Shtayyeh dejó claro que Palestina seguirá con su lucha legítima contra la ocupación israelí y establecer un Estado independiente con Al-Quds (Jerusalén) como capital.
En este contexto, instó a la comunidad internacional a asumir sus obligaciones y proteger a la población palestina ante los asesinatos, arrestos, asentamientos ilegales y las agresiones que sufren durante años por parte del régimen de Israel.
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Los votos contados hasta ahora predicen la victoria del bloque derechista Likud, liderado por el ex primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en las legislativas del martes —las quintas desde 2019— al obtener un total de 61 o 62 de los 120 escaños del parlamento del régimen.
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Los israelíes acudieron a las urnas tras un año y medio en el que el gabinete de la “coalición del cambio”, liderada por Naftali Bennett y Yair Lapid, fue incapaz de superar sus diferencias.
Los últimos años de la carrera de Netanyahu, conocido como Bibi, se vieron envueltos en un escándalo de corrupción masivo, que eventualmente lo llevó a ser acusado de soborno, fraude y abuso de confianza.
Fuente: Hispantv