El empresario y organizador de los Juegos Panamericanos Lima 2019 sostiene que “ya nadie tiene confianza en un gobierno cleptocrático; hay gente incapaz, que no ha tenido formación”.
Carlos Neuhaus es uno de los representantes de la derecha peruana inteligente y decente.
La exitosa experiencia de la organización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2019 no ha podido ser replicada en el sector público. Carlos Neuhaus fue el organizador de ese evento deportivo y, a partir de esa experiencia, habla sobre la importancia de tener profesionales idóneos en el Ejecutivo, de anteponer el diálogo a las distorsiones políticas y subraya, además, que “el Estado no es un botín, es una responsabilidad”.
Esta semana el Fondo Monetario Internacional señaló que la incertidumbre política podría extenderse al área económica, pero eso es algo que ya viene sucediendo. ¿Cuál es su percepción al respecto?
A veces, en el lenguaje diplomático el condicional suena como neutro, pero ya está afectando, ¿no? Hemos visto que la inversión privada se está deteniendo, que lamentablemente ha habido una fuga importante de capitales: muchas empresas– en lugar de reinvertir– han pagado dividendos, hay otras que están invirtiendo pero es por proyectos que ya venían de antes (…). La economía se está moviendo. En el sector consumo, por ejemplo, hay algunos centros comerciales que han hecho algunas obras, o el sector agroindustrial que muchas veces depende del exterior sigue invirtiendo y dando empleo formal, que es lo más importante. La economía informal es un desahogo precario, pero al fin y al cabo un desahogo para aquellas personas que no están en la formalidad, que es el gran grueso de nuestra población. Lamentablemente, muchas veces el gobierno regula para las empresas formales, tercerización y cosas así alambicadas, pero no regula para promover el empleo; ahí tenemos un desenfoque con la realidad.
¿Qué medidas se requieren de parte del gobierno para corregir estas trabas como la que impide la tercerización laboral?
Es bien problemático porque ya nadie tiene confianza en un gobierno cleptocrático. Hay, con honrosas excepciones, gente incapaz, que no ha tenido una formación y experiencia adecuada para cumplir el cargo. Eso lo han detectado Servir, la Contraloría. Entonces, primero que pongan gente de buen nivel. Mucha de la buena gente que he conocido a lo largo de mi trabajo para los Panamericanos ya no está, fue cesada. Entiendo que el gobierno que entra trata de poner a su gente de confianza, pero aquí lamentablemente esta confianza no ha sido correspondida para servir a la población, es gente que no tiene la formación del caso y por eso habría que empezar.
Pero, además de esa falta de idoneidad, también hay una rotación excesiva de funcionarios que dificulta que las autoridades ediles o regionales tramiten la ejecución de obras…
No solamente hay un funcionario diferente, sino, a veces, de pensamientos diferentes. Pareciera que el funcionario que está llegando critica al anterior y no se da cuenta de que son parte del mismo gobierno, eso genera total incertidumbre. Yo he estado en varias reuniones y me dicen: “No tenemos contrapartes con las cuales tratar” (…). Los empresarios no están pidiendo: “Oye, pónganme a gente que piensa exactamente como yo”, no, sino a funcionarios capaces inteligentes y con visión de Estado, no con una visión política (…). Entonces, por ahí empezar; necesitas servidores públicos que sirvan al público, no que se crean, a muchos les da mareo de altura, piensan que ya están por encima del bien y del mal, y que los ciudadanos tenemos que rendirles pleitesía; ellos son gente que tiene que servir a la ciudad, es cambiar el chip mental. Si no se hace, vamos a tener problemas.
Funcionarios que sirvan al Estado y no que se sirvan de él, como se ha detectado, en numerosos casos, en el gobierno de Pedro Castillo.
Así es. El Estado no es un botín, es una responsabilidad muy importante. Nosotros, el dinero que recibimos para hacer los Juegos Panamericanos, lo cuidamos como si fuera propio. Inclusive, un presupuesto de plan maestro de S/5,900 millones con IGV lo redujimos a S/3,800 millones y las obras todas se usan, hasta la Villa Panamericana, que sirvió para albergar a más de 70 mil personas que estaban con COVID.
¿Cómo se le hace entender al régimen que los empresarios no son sus enemigos y que, por el contrario, pueden contribuir muchísimo al desarrollo y al crecimiento del país?
Yo creo que se lo han dicho de todas las formas. Los empresarios formales y honestos, que son la mayoría de los que hay en el Perú, están dispuestos a ayudar como han ayudado siempre; en ese sentido estamos dispuestos. A mí me ha pasado, por ejemplo, con los centros comerciales. Teníamos temas con el Ministerio de Salud. Por la cantidad de gente que va a ellos, vimos dar la oportunidad para que la gente se vacune. Salvo el ministro Hernando Ceballos, al inicio, nada, no nos recibían, y después de dos semanas, con un papel con 20 sellos decían que no procede. Fuimos a otro ministerio, Produce, para plantear algunos problemas. “Ya, excelente, hagamos una mesa de trabajo, buenísimo”. Hasta ahora estamos esperando. O lo que ha pasado con el sector laboral. “Oye, vamos a tratar los temas de la tercerización… sí, sí, cómo no”, y se dan la vuelta y sin decir nada sacan algo que no está concordado.
¿El gobierno está alentando la informalidad?
Por acción u omisión, yo creo que sí. Me refiero con acción a sacar algunas normas que restringen el acceso a la formalidad, y omisión porque no enfrentan el tema y mucha gente me dice: “Yo prefiero pasar bajo el radar pues si registro la empresa y me formalizo, voy a tener todo tipo de problemas”. Entonces, tiene que haber diálogo. Y el diálogo entre las personas que quizás piensen distinto puede ser enriquecedor porque ninguna persona es dueña de la verdad, busquemos cuál es la mejor forma, no pongamos por delante nuestras distorsiones políticas para bloquear una conversación.
Está próxima la llegada de una misión de la Organización de Estados Americanos al Perú (OEA).
Lo de la OEA es un tema político; que vengan. Yo creo que es importante porque aquí estamos cuestionando la corrupción y la falta de competencia. Si no tenemos un país libre de corrupción, todo lo demás se desmorona. ¿Qué personas honestas y capaces van a querer ir a poner el hombro en el gobierno si ven que esto no huele bien? Uno puede incluso trabajar en un gobierno de izquierda moderna, llamémoslo así, pero cuando está de por medio la corrupción, así sea este (gobierno) de centro o derecha, eso no atrae a la buena gente.
¿Y advierte que se está gestando un nuevo modelo de golpe, como arguye Pedro Castillo?
Puede haber personas que creen que se puede llamar a los militares, eso es inviable, no es real; un golpe militar y vamos a ser la paria en el mundo. Entonces, aquí son las vías constitucionales (…). Yo no veo ninguna opción que no sea, uno, la renuncia, dos, el Congreso que tiene la vía de la vacancia y la acusación constitucional, son tres vías las que yo veo. ¿Entrar una turba a Palacio? Eso no es…
¿Se debe ir también el Congreso? Señaló meses atrás que la solución era que se vayan todos. ¿Sigue siendo esa la salida a la crisis?
Bueno, es decisión de la mayoría, pero legalmente se tiene que hacer un procedimiento también para que se vaya el Congreso. A no ser que el 100% de ellos quiera irse a su casa, eso lo veo difícil.
¿Cómo pasamos los ciudadanos de ser simples espectadores de la crisis a ser actores? Ud. ha indicado que nunca debemos bajar la guardia. ¿Lo hemos hecho los peruanos?
Bueno, algunos se han cansado como un boxeador que tiene que pelear los 10 rounds y ya en el noveno baja un poquito la guardia para que le den el puñetazo de liquidación o de repente es un repliegue para volver al combate. Yo creo que ahora la gente está tomando más conciencia y lo importante es no dividirnos entre peruanos, entre limeños y provincianos, entre los que más tienen y los que menos tienen. Para que la economía crezca, la población tiene que crecer en niveles de ingreso, en educación, en salud, etc.; si no, la economía se estanca…
Tiene experiencia en la actividad privada, pero también se relacionó con el sector público cuando presidió el Comité Organizador de los Juegos Panamericanos; y en 2021 fue miembro del equipo técnico de Fuerza Popular. ¿Ha pensado en incursionar en política?
En mayo de 2021, a dos semanas de la elección, manifesté mi apoyo a la señora (Keiko) Fujimori. Nunca he votado por ella ni por su padre, pero tenía que decidir entre dos opciones, la que tenemos ahora, por la que estamos sufriendo, y la otra. Yo opté por una de ellas que me parecía la más razonable. Creo que no me equivoqué al votar y lo hice público con un grupo de gente que estaba ya tiempo apoyando porque, además, teníamos la certeza de que la señora Fujimori, primero, iba a estar súper vigilada en el tema de corrupción y qué gente se iba a poner; o sea, ya estábamos todos advertidos, se sabía quién es quién. Segundo, sabíamos con toda seguridad que iba a irse al terminar su periodo de gestión, lo teníamos claro, y que iba a respetar la libertad de prensa y todas esas cosas. Aquí ha sucedido todo lo contrario a lo que dijo el señor Castillo en su elección, no se ha rodeado de buena gente. En el otro caso sí se abrió el espectro para captar gente profesional, muy capaz, inteligente y honesta.
Ud. señala que, en el caso de Keiko Fujimori, había predictibilidad respecto de su permanencia en el poder en un eventual triunfo en las elecciones. Con Pedro Castillo, ¿cree que aún hay riesgo de que pretenda, con un proyecto autoritario, quedarse en el poder?
Creo que en el fondo a él le gustaría quedarse en el poder y a la gente de su entorno, tal como lo dijo (Guillermo) Bermejo con una frase un poco soez pero lo dijo, que eran estupideces (el término fue pelotudeces) democráticas, así que si ellos pudieran, nadie los sacaba del poder. Lo que pasa es que ya la presión empieza a ser tan fuerte que va a ser bien difícil; que si lo pensaron, sí, lo pensaron y estoy seguro de que en ese momento eran las intenciones. Ahora se han enfrentado con la realidad, querían cambiar la Constitución y no han podido; el Congreso ha servido de un contrabalance para todas esas cosas.
TENGA EN CUENTA
Carlos Neuhaus es presidente ejecutivo de la Asociación de Centros Comerciales y de Entretenimiento del Perú. Fue presidente del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019 y ha sido distinguido con el premio Empresario del Año por IPAE.
“Para ayudar a mi país no necesito ningún cargo y lo estoy haciendo en temas como educación; dedico la mitad de mi tiempo a temas sociales y de mejora de la gestión pública”, afirmó.
Nehaus expondrá en CADE con el tema “Acción empresarial indispensable para la generación de bienestar y desarrollo del Perú”.
Fuente: Perú 21