Bajar el volumen no es solo algo que piden los padres molestos: un nuevo estudio demuestra que podría proteger a más de 1.000 millones de personas con riesgo de perder la audición.
Cuando se trata de teléfonos, música, películas y programas, es habitual que los adolescentes y adultos jóvenes escuchen a un volumen demasiado alto y durante demasiado tiempo, según el estudio publicado este martes en la revista académica BMJ Global Health.
“Calculamos que entre 670 y 1.350 millones de personas de entre 12 y 34 años en todo el mundo tienen prácticas auditivas poco seguras” y, por tanto, corren el riesgo de sufrir una pérdida de audición, afirma la autora principal del estudio, Lauren Dillard, por correo electrónico. Dillard es consultora de la Organización Mundial de la Salud y becaria postdoctoral de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur.
La exposición al sonido a un volumen demasiado alto puede fatigar las células sensoriales y las estructuras del oído, explica Dillard. Si esto se prolonga demasiado, pueden resultar dañadas de forma permanente, generando pérdida de audición, tinnitus o ambos.
Según el estudio, los investigadores realizaron un metanálisis de artículos científicos sobre prácticas auditivas inseguras publicados entre 2000 y 2021 en tres bases de datos.
Se realizó un seguimiento de las prácticas inseguras según el uso de auriculares y la asistencia a lugares de ocio, como conciertos, bares y discotecas, según el estudio.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) limitan los niveles de ruido seguros a unos 85 decibeles durante 40 horas a la semana. Si solo se escucha durante 2,5 horas al día, eso equivale a unos 92 decibelios, según el estudio.