Basada en la carta abierta por Addhemar H.M. Sierralta y Jorge Yeshayahu Gonzales Lara (Perú).
La civilización está cambiando aceleradamente. Los costos de producción descienden aceleradamente, las cadenas internacionales de insumos y mercaderías con velocidad creciente intensifican una trama intrincada de relaciones mundiales. El rápido desarrollo tecnológico impulsa la creación de riqueza económica nunca antes visto. Paradójicamente, la división entre países poderosos y dominados, entre élites financieras y grandes empresas, concentran la riqueza en extremo, generando grandes tensiones sociales que suelen estallar en conflictos armados.
El ciclo de desarrollo industrial ha coincidido con nuestra independencia. Han pasado más de doscientos y el Perú, teniendo una ubicación geográfica importante, no hemos logrado el desarrollo que anhelamos. La vía terrateniente a la industrialización ha sido fragmentada, local, parcial y egoísta. Hemos tenido gobiernos diversos –militares y civiles- pero no hemos logrado el liderazgo nacional que logre la unión de nuestros pueblos en un impulso nacional de desarrollo.
La renuncia a la forja de un liderazgo nacional patriótico de desarrollo industrial ha llevado a que muchos de nuestros gobiernos adopten formas de dictaduras y otros democráticos, así como hemos tenido varias constituciones sin cambiar la matriz exportadora de materias primas y así nada hemos logrado.
Creyeron muchos que el actual gobierno, de ideología izquierdista, nos daría buenos resultados y solo ha reproducido en mayor volumen la corruptela y el desconcierto. Vivimos en una crisis muy grave con perspectivas inciertas.
Vemos en el mundo –incluyendo al Perú- que por encima de las ideologías de ultraizquierda y de ultraderecha, la falta de una planificación del desarrollo integra de las sociedades, basadas en las eficientes nuevas tecnologías de la internet de las cosas y la inteligencia artificial, la anarquía de la especulación rentista financiera global no ha dado los resultados esperados y generan divisionismos y peleas que no resuelven nada.
La ausencia de un concepto central de desarrollo industrial, teniendo un país con grandes riquezas mal conducido bajo conceptos especulativos, mercantiles y rentistas, sigue generando pobreza hipotecando el futuro de nuestras generaciones.
Es urgente trabajar como peruanos pensando solo nosotros, basándonos en nuestras propias fuerzas podemos solucionar este caos, independiente de los niveles económicos, biotipos, localismos, auyus y regionalismos.
Debemos buscar la unión de todos los peruanos que con amor al Perú enfrentemos desde la ética, combatiendo la corrupción, separando el bien del mal, y agrupándonos para desarrollar un plan de desarrollo industrial con tecnología de última generación, en base al desarrollo de una red de energía nacional, la industria metalúrgica, la producción de acero, la petroleoquímica, la industria farmacéutica, una revolución en la educación para el desarrollo, desarrollando el concepto basado en la planificación socialista y apoyado en las leyes capitalistas de la economía de mercado de la oferta y la demanda, aprendiendo de potencias emergentes, lograremos el progreso de todo nuestro amado Perú y alcanzar las metas deseadas.
Este plan de gobierno debe buscar una nueva y única regionalización basada en las dinámicas económicas locales y de cuencas, eliminando la absurda yuxtaposición de municipios y regiones. Esta nueva regionalización debe eliminar la obsoleta divisiones municipales heredadas de la colonia de divisiones parroquiales y eclesiásticas. La burocracia estatal debe simplificarse, manteniendo una cámara congresal única pero que sea legislativa y ejecutiva al mismo tiempo, responsable de la aplicación de las políticas y leyes que promulga.
Complementado con la nueva regionalización permitirá la simplificación burocrática de los ministerios. Y en base a la incorporación de la civilidad impulsar la implementación efectiva de los planes de seguridad ciudadana, de salud, educación, vivienda, de jubilación. Asimismo, implementar la red nacional ferroviaria moderna, de carreteras como de transporte marítimo y fluvial para potenciar integrar el mercado interno y con ello potenciar nuestra industria agropecuaria, minero, pesquero, industrial y de ciencias y tecnologías de última generación y de tecnológicas adecuadas c como el rescate de las eficientes tecnologías agrarias andinas tradicionales. Así crear las condiciones de calidad productiva que nos permita conquistar nuevos mercados internacionales.
Lo esencial para impulsar este cambio debe partir ahora y en este momento deslindando con los corruptos de toda laya y nivel, sin perdón ni olvido, luchando por introducir en la cultura popular de la ética de diferenciar el bien del mal y decidirse por el bien combatiendo el mal. El desarrollo solo se logrará aplicando la justicia a los corruptos y delincuentes con firmeza.
Borrador propuesto por Gustavo Torres Rupay.
