Lula da Silva ha recibido este lunes, entre lágrimas, las credenciales de manos del presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, Alexandre de Moraes, en una ceremonia celebrada en la sede del organismo en Brasilia (la capital brasileña).

De esta manera, se ha oficializado el resultado de las elecciones del pasado mes de octubre y su toma de posesión se celebrará el próximo día 1 de enero.

En un discurso pronunciado tras recibir su certificación, Lula ha puesto en valor la “valentía” tanto del TSE como del Tribunal Supremo Federal, quienes se han tenido que enfrentar durante el proceso electoral a “todo tipo de ofensas, amenazas y agresiones para hacer valer la soberanía del voto popular”.

Lula ha denunciado intentos de soborno a electores e impedimentos para acudir a los colegios electorales, diciendo que “los enemigos de la democracia ponen en duda las urnas, cuya fiabilidad es reconocida desde hace tiempo en todo el mundo”.

Además, ha indicado que, mientras la población estaba a la espera de un “debate político democrático”, se encontró con un clima “envenenado con mentiras” surgidas desde los “bajos fondos de las redes sociales”. “Sembraron mentiras y odios, y el país cosechó una violencia política que solo se ha visto en las páginas más tristes de nuestra historia. Y, sin embargo, ganó la democracia”, ha subrayado.