En los últimos años, a raíz de la pandemia, la obesidad, especialmente en la población infantil, ha incrementado su nivel de incidencia en todo el mundo. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a 340 millones de adolescentes y 39 millones de niños.
En el Perú, según el Observatorio Nacional de Nutrición y el estudio de sobrepeso y obesidad, en los últimos 10 años, del 2008 al 2018, la obesidad infantil ha aumentado en gran medida, pasando del 7.7% al 19.3%.
De acuerdo con Carolina Castrillón, docente de la Escuela de Posgrado Wiener, la obesidad surge cuando aumenta la frecuencia en el consumo de alimentos ultraprocesados y comida rápida, ya que tienen altos contenidos de azúcar, sodio, grasas saturadas y trans. Precisamente, durante diciembre, se aumenta el consumo de productos con estas características, aumentando el riesgo de obesidad en los niños.
El índice de masa corporal (IMC) (peso en kg/talla en m2) es la medida que más se emplea para definir el sobrepeso y la obesidad en una persona. Su valoración se debe realizar mediante la curva de los percentiles o con el cálculo de puntuaciones z. La especialista indica que una persona presenta obesidad cuando el IMC ≥ P95 o puntuación z ≥ 1,65. En el caso de la población infantil, los niños o niñas con valores de IMC comprendidos entre el P85 y el P95 tienen riesgo de padecer esta enfermedad.
Como se recuerda, el principal factor de riesgo de la obesidad es el sobrepeso. Si uno niño presenta un peso corporal mayor de lo normal, es lo más probable que presentes problemas de salud de un adulto, como la diabetes tipo 2, hipertensión y el colesterol alto. Asimismo, esta condición puede llegar a afectar la salud mental del menor, generando una baja autoestima y depresión en el transcurso del tiempo.