Los líderes dieron su aprobación final el jueves después de meses de disputas políticas.
El acuerdo histórico entre casi 140 países tiene como objetivo evitar que los gobiernos se apresuren a reducir los impuestos en un intento por atraer a las empresas.
Fue elogiado por la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, como “un acuerdo histórico que ayuda a igualar el campo de juego”.
El impuesto de sociedades generalmente se basa en las ganancias de una empresa. Pero a menudo pueden pagar menos dependiendo de dónde estén registradas sus oficinas o cómo inviertan en su negocio.
El plan recién aprobado se elaboró bajo la guía de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y ya contaba con el respaldo de Washington y varias economías importantes de la UE.
Pero la implementación del impuesto mínimo en el bloque comercial de 27 naciones se retrasó ya que los estados miembros plantearon objeciones o adoptaron tácticas de bloqueo.
- ¿Qué es el impuesto de sociedades y quién tiene que pagarlo?
“Hoy la Unión Europea ha dado un paso crucial hacia la equidad fiscal y la justicia social”, dijo el comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni.
“La tributación mínima es clave para abordar los desafíos que crea una economía globalizada”.
Incluso esta semana, Polonia bloqueó la adopción formal de la medida mientras discutía sobre políticas no relacionadas, como las sanciones a Rusia.
Pero el jueves, cerca del final de la última cumbre de la UE, se llevaron a cabo negociaciones y el impuesto entrará en vigencia en toda Europa a fines del próximo año.
Los líderes europeos elogiaron la decisión, y el canciller alemán, Olaf Scholz, la describió como un “proyecto cercano a mi corazón”. El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que el país había estado impulsando la idea durante más de cuatro años.
Estados Unidos no ha tomado medidas para adoptar las reglas hasta ahora, a pesar del campeonato del plan de Yellen.
El impuesto mínimo global es solo una parte, conocida como Pilar Dos, de un acuerdo de la OCDE para garantizar que las grandes empresas paguen una “parte justa” de los impuestos.
El primer pilar, que se centra en la fiscalidad de las empresas donde obtienen sus beneficios para limitar la evasión fiscal, se dirige principalmente a las empresas digitales.
