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Cómo resiste a la pandemia la feria de El Alto, una de las más grandes de América Latina

Feria 16 de julio en El Alto, La Paz - Sputnik Mundo, 1920, 04.06.2021

Oficialmente se llama Feria 16 de Julio y cada jueves y domingo domina la emblemática ciudad de El Alto, vecina de la capital boliviana. En sus 150 cuadras de comercio informal se puede encontrar toda clase de productos. En medio de la tercera ola de COVID-19, este espacio intenta mantener su inmenso movimiento económico.
La Feria 16 de Julio, en la ciudad de El Alto, La Paz, es la más grande de Bolivia y una de las más extensas de América Latina. Abierta los jueves y domingos, ocupa hasta 150 cuadras en donde se ofrece de todo: desde tapitas de gaseosa usadas, casetes —también usados—, incluso antigüedades, animales y automóviles. Según mediciones de la Cámara de Comercio de El Alto, cada semana mueve más de dos millones de dólares. Sputnik recorrió este monstruo del comercio informal, surgido en la década de los 70, según comentaron quienes allí venden.
La señora Emilia Rojas contempló los últimos 40 años de historia boliviana desde su khatu, como se llama en aymara al puesto de venta. “Esta es pues la feria más grande a nivel nacional. No hay otra como esta aquí en mi país, Bolivia”, dijo a Sputnik.
¿Cuándo se originó este espacio? “Creo que es desde antes de los 70, porque en esa época había una feria pequeña aquí, en la plaza 16 de Julio. Poco a poco ha ido creciendo. Ahorita como 100 cuadras tiene la feria, tal vez más”, calculó la señora.
“Aquí puedes encontrar desde una aguja hasta una movilidad. Vienen de otros países a comprar: de Argentina, Brasil, Perú, de todo lado”, afirmó Rojas en su puesto de venta de juguetes, sobre la avenida Panorámica.
Como su khatu, otros miles se replican a lo largo de más de 100 calles. La mayoría de los puestos disponen del mismo mobiliario: una manta en el suelo, sobre la cual acomodan sus productos, y una sombrilla de plástico verde o azul, para protegerse del implacable sol altiplánico.

Un negocio millonario

Feria 16 de julio en El Alto, La Paz - Sputnik Mundo, 1920, 04.06.2021
Feria 16 de julio en El Alto, La Paz
Según un estudio publicado en la revista Nueva Economía, cada semana la feria genera un movimiento económico que supera los 150 millones de bolivianos (dos millones de dólares). Está integrada por 25.000 comerciantes, que tributan impuestos a la alcaldía alteña.
De acuerdo con el relevamiento, hecho por el economista Rafael Laura, el 85% de vendedores son mujeres.
Feria 16 de julio en El Alto, La Paz - Sputnik Mundo, 1920, 04.06.2021
Feria 16 de julio en El Alto, La Paz
El estudio es de 2018, por lo cual estos datos habrían sido modificados últimamente, dada la prevalencia de la pandemia de COVID-19, que actualmente arrasa con su tercera ola en Bolivia.
Doña Virginia Apaza tiene su khatu de tejidos. Venden aguayos, mantillas, sombreros, polleras: todo el vestuario de las elegantes cholitas paceñas. Conversó con Sputnik mientras tejía y atendía a sus caseritas, las cuales preguntaban precio, pedían rebaja y exponían un largo regateo, todo en idioma aymara.
La señora Apaza ofreció un majestuoso aguayo por no más de 50 bolivianos (siete dólares). “Es mezcla de lana con hilo. Pero no lo fabrico. Yo tejo estas mantas —dijo señalando a las delicadas prendas—. Y los sombreros los hace mi esposo”, comentó.
Una transeúnte le preguntó el precio de un sombrero: “Está a 38. Pero a 35, llevate, casera”.
Apaza continuó: “Toda la vida he estado en la feria. Aquí ya me he vuelto vieja”.
Sobre los problemas económicos causados por la pandemia, dijo que “había venta bien más antes. Pero después de la cuarentena total (en 2020) ha bajado. No hay venta, a veces hay. Estamos queriendo recuperar, pero esta nueva ola nos ha llegado”.
Con el comienzo de junio, el país superó los 380.000 contagios de COVID-19 y se aproxima a registrar 15.000 muertes desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020. En las últimas semanas, por primera vez se superó la cifra de 3.000 nuevos casos diarios, por lo cual en varios departamentos (no en La Paz) se determinó volver a encapsular a la población durante los fines de semana.

Conflicto con los ropavejeros

 

Feria 16 de julio en El Alto, La Paz - Sputnik Mundo, 1920, 04.06.2021
Feria 16 de julio en El Alto, La Paz
Días atrás, la Feria 16 de Julio apareció en las noticias a raíz de un inmenso operativo, encabezado por la Aduana Nacional de Bolivia (ANB), el Ministerio Público, la Policía y las Fuerzas Armadas.
Intervinieron 17 depósitos de ropa usada en almacenes de la feria. Se llevaron confiscada ropa en 12 camiones, pero dos fiscales fueron retenidos por los furibundos ropavejeros. Luego de una breve mediación policial fueron liberados.
El ingreso ilegal de ropa usada al país causa un enorme perjuicio a la industria textil boliviana, que aplaudió a este operativo. De todos modos, una semana después en la Feria 16 de Julio se seguían vendiendo montañas de ropa arrugada y de dudosa higiene, a 0,70 centavos de dólar cada prenda. Es uno de los rubros más lucrativos en este predio comercial.
Feria 16 de julio en El Alto, La Paz - Sputnik Mundo, 1920, 04.06.2021
Feria 16 de julio en El Alto, La Paz
En este sentido, la señora Rojas contó que no se dedicó siempre a la venta de juguetes: “Yo antes vendía chompas [pulóveres], hacía tejidos. Estábamos creativos esas veces. Pero ¿sabes por qué lo he dejado? Porque ha entrado la ropa usada, también la ropa fabricada en China”.
Sin embargo, la experimentada vendedora reconoció que en la feria “hay ingresos, no vamos a decir que no. Esto se lo agradecemos a nuestro Gobierno anterior de don Evo Morales [2006-2019]. Gracias a él estos teleféricos hay, así viene más la gente de la hoyada [de la ciudad de La Paz]”.
Feria 16 de julio en El Alto, La Paz - Sputnik Mundo, 1920, 04.06.2021
Feria 16 de julio en El Alto, La Paz
Las 10 líneas de teleférico inauguradas desde 2014 cambiaron radicalmente la fisonomía de las urbes alteña y paceña. Además, contribuyen a estrechar lazos entre ambas ciudades, al ser un medio de transporte veloz, que evita los eternos atascos del tránsito vehicular.

Vacunarse o no vacunarse

Recorriendo las calles de El Alto, uno puede encontrarse con respuestas inesperadas. Una de las preocupaciones del Gobierno de Luis Arce es que la población no acude a vacunarse contra el coronavirus en la magnitud necesaria. Por ello se tuvo que bajar el rango etario a 40 años. Pero entre los mayores de 50, la mitad aún no se habría hecho inocular.
“No quiero hacerme vacunar porque mis amigas se han hecho vacunar y se han enfermado más peor. Si me enfermo de nuevo, me voy a curar con medicinas tradicionales que tenemos aquí nosotros”, confió Apaza.
Comentó que ya tuvo COVID-19 “el año pasado. Pero me he curado con todo: ajo, leche, coca cola, jengibre, manzanilla, quina quina, todo. Me he curado yo nomás y a mi esposo igual. Toda mi familia se ha agarrado y nos hemos recuperado. Pero no hemos ido al hospital, porque no te dan interés, ni medicina, ni nada. Te vas a morir seguro ahí”.
Por su parte, Rojas sostuvo: “Mucha gente que se hace vacunar, igualito está enfermándose. Pero con esto no quiero decir que no me voy a vacunar, porque sí me voy a hacer vacunar”.
Y agregó: “No podemos decir ‘yo no me hago vacunar’, porque cada cual tiene que cuidarse personalmente”.

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