La Unión Europea (UE) ha ofrecido a China una donación de vacunas contra el coronavirus para tratar de revertir el aumento exponencial de casos en el país registrado en las últimas semanas, a raíz de la relajación de las restricciones que se habían impuesto tras el inicio de la pandemia.
Stella Kyriakides, comisaria europea de Salud, se puso en contacto con autoridades sanitarias de China para transmitirles la propuesta. “La comisaria Kyriakides se ha puesto en contacto con sus homólogos chinos para ofrecer solidaridad y apoyo, incluida la experiencia en salud pública, así como donaciones de vacunas de la UE adaptadas a variantes”, comentó a Financial Times un funcionario de la Comisión Europea bajo condición de anonimato.
Sin embargo, desde el Ministerio de Exteriores de China afirmaron que el país no necesita las vacunas europeas debido al “fortalecimiento de la eficacia clínica” de los fármacos producidos en su país, como Sinovac y Sinopharm. “La situación de la prevención y el control de la epidemia en China está en su camino previsto y bajo control”, aseguró el portavoz de esa cartera, Mao Ning.
Según el director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud, Mike Ryan, las vacunas producidas en China requieren de tres dosis para prevenir cuadros graves de la enfermedad. Dos dosis solamente brindan un 50 % de protección a los mayores de 60 años. “Esa no es una protección adecuada para una población tan grande como la de China. En una población tan grande, con tantas personas en un entorno vulnerable, con esa cobertura, realmente tenemos que centrarnos en la vacunación”, agregó.
Cambio de políticas
A principios de diciembre de 2022, las autoridades chinas anunciaron diez medidas que conllevaban la relajación de las restricciones por el coronavirus. Entre ellas figuraba la reducción de los requisitos obligatorios de pruebas PCR y el permiso para que las personas que dieran positivo pudieran realizar la cuarentena en sus domicilios. Además, se hizo un llamamiento para incrementar la vacunación, en especial a los mayores de 60 años.
Semanas después, los contagios se dispararon hasta alcanzar los 37 millones por día. En los primeros 20 días de diciembre, se habían infectado 248 millones de personas, cifra que representa casi el 18 % de la población del país.
Debido a esta situación, varios Gobiernos decidieron exigir una prueba de PCR negativo a los pasajeros llegados desde China para permitirles el ingreso a sus países. Entre los que han establecido restricciones figuran EE.UU., Francia, España, Italia, el Reino Unido, Chile, Australia, Canadá, Israel, Japón, Corea del Sur, Marruecos y la India.