El jefe del estado mayor del ejército del régimen de Israel, Aviv Kochavi, reconoció el sábado que sus fuerzas no pudieron evitar que los grupos de la Resistencia palestina lanzaran cohetes y proyectiles de mortero durante la reciente agresión contra la asediada Franja de Gaza.

En este sentido, el alto mando militar israelí hizo hincapié en la necesidad de desarrollar políticas claras relativas al enclave costero palestino y el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (​HAMAS), a fin de lograr una “victoria estratégica”.

“Lo estamos planeando. No se volverá a repetir lo sucedido, tanto en términos de nuestras represalias como en lo tocante a nuestro trato a HAMAS”, aseveró Kochavi en una intervención para conmemorar al exjefe del ejército israelí Amnon Lipkin-Shahak, que tuvo lugar esta semana en la universidad militar, en el norte de Tel Aviv.

HAMAS a Israel: Solo vieron pequeña parte de nuestro poder militar

El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) advierte al régimen israelí de que todavía no ha revelado todos sus misiles y capacidades militares.

Asimismo, el ejército del régimen israelí tenía que ser “modesto” al evaluar la efectividad de su agresión contra los grupos de la Resistencia palestina en la Franja de Gaza, tal como aseveró el alto mando militar del régimen de Tel Aviv.

El pasado 10 de mayo, los israelíes empezaron a lanzar ataques aéreos contra Gaza, una ofensiva que dejó tras de sí una terrorífica estela de cientos de muertos, entre ellos numerosos niños y mujeres. Ante esta escalada violenta, la Resistencia palestina no se quedó de brazos cruzados, y lanzó miles de cohetes y misiles contra objetivos clave de Israel en los territorios ocupados, arrasando instalaciones críticas, como plantas químicas y gasoductos.

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Además, la Resistencia palestina recurrió al uso de varios aviones no tripulados (drones): algunos para operaciones de ataque y otros para operativos de reconocimiento, que cambiaron el equilibrio de poder en las ecuaciones de la región, y provocaron cambios importantes sobre el terreno y la seguridad, en particular porque la Resistencia no empleó todos los drones a su disposición, puesto que solo tenía la intención de enviar un mensaje de advertencia al enemigo.

Ante tal panorama, el 21 de mayo Israel se vio obligado a aceptar un cese bilateral de las hostilidades con los grupos de la Resistencia palestina, un hecho que, en opinión de la Resistencia palestina, se tradujo en “admitir el fracaso y huir del campo de batalla” donde fue humillado.