El insomnio es un trastorno del sueño que genera problemas al dormir o para permanecer dormido. Existen diferentes causas que provocan esta dificultad al descansar, pero algunos de los principales factores son la ansiedad, la depresión y los hábitos de sueño de la persona, según detalla la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. En el Perú, en los últimos dos años, organismos como EsSalud han alertado el incremento de casos de insomnio a raíz de la llegada de la pandemia de la COVID-19.
Pero esto no solo pasa a nivel local. De acuerdo con datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., al menos 70 millones de estadounidenses tienen un trastorno del sueño, siendo el insomnio el más común. Esto ocasiona, a su vez, bajo rendimiento en el trabajo o escuela. También podría generar trastornos de salud mental.
Por ejemplo, una estudio publicado en 2020 en la revista Sleep Medicine, dio a conocer que los adolescentes que duermen menos horas de las recomendadas tienen un 55% más de probabilidades de padecer un trastorno del estado de ánimo, como depresión o ansiedad.
El insomnio se registra en las personas por una amplia variedad de factores. Puede tratarse, además, de un problema central o estar vinculado con otras afecciones, según detalla la Clínica Mayo. En esa línea, en diálogo con La República, el médico psiquiatra Carlos Bromley, detalló cuáles vendrían a ser los principales factores que generan este trastorno del sueño.
“Hay dos situaciones concretas. La primera de ellas es cuando el insomnio es parte de los síntomas de un problema de salud mental. Los trastornos que con mayor frecuencia generan esta alteración es la depresión, la ansiedad y los trastornos psicóticos”, precisó Bromley.
El especialista indicó, además, que los que tienen otras afecciones médicas también pueden sufrir de este trastorno. “Las personas con diabetes, problemas cardíacos, que tuvieron accidentes cerebro vasculares o aquellos que tienen dolor crónico (puede padecer de insomnio)”, dijo.
Tener malos hábitos de sueños también podría desencadenar dificultades al dormir. Otras causas son el estrés, el consumo de alcohol y café o tomar siestas de más de 40 o 50 minutos. Carlos Bromley también acotó que han aumentado los casos de insomnio producto de las crisis originadas por la pandemia de la COVID-19.
“El insomnio pospandemia ha aumentado notablemente. Antes, el 25 o 30% de la población tenía problemas para dormir, mientras que ahora se ha incrementado aproximadamente al 50%”, acotó. Esto, entre otros factores, a consecuencia de las problemas que originó la COVID-19, como deudas, desempleo o dificultades en las relaciones interpersonales.
Evaluar los aspectos externos que le impiden conciliar el sueño. Se podría identificar si el espacio en el que se duerme no es el adecuado, la iluminación es excesiva o hay ruido alrededor del lugar de la habitación.
Evitar el consumo de café o alcohol antes de ir a descansar, ya que afecta la capacidad para conciliar el sueño.
Analizar las preocupaciones o situaciones que podrían estar generando estrés. “De repente le preocupa (a la persona) una deuda o un mal rendimiento escolar en sus hijos. Se tiene que identificar el factor que produce estrés para resolverlo. De lo contrario, es posible que no pueda conciliar el sueño”, acotó.
Las personas que hayan seguido estos pasos, pero aun así no puedan descansar, deben buscar ayuda profesional de un especialista en salud mental para identificar qué está originando el insomnio.
Evitar automedicarse, ya que los medicamentos, como los ansiolíticos o pastillas para dormir, podrían causar efectos secundarios o dependencia. “Estos deben ser prescritos por un médico y ser consumidos por un tiempo determinado”, explicó Bromley.