Esto ocurrió en el condado de Cherokee, donde el 12 de diciembre la policía recibió una llamada sobre un individuo que presuntamente estaba armado y tenía un rehén en un tráiler. Se trataba de Jason Harley Kloepfer, de 41 años, y su esposa.
Conforme han publicado este martes el diario británico mailonline, se puede ver a Kloepfer en las imágenes de vigilancia desde el interior del tráiler abriendo la puerta con su esposa Alison Mahler poco detrás de él mientras ambos levantaban los brazos.
Segundos después, los oficiales dispararon varias rondas a Kloepfer mientras colapsaba en el suelo y gritaba repetidamente: “¡Me dispararon!”.
Los policías también exigieron que Mahler saliera del tráiler junto con Kloepfer. Ella salió con los brazos en alto gritando: “¡No puede! ¡Le dispararon!”.
Cuando los oficiales se acercaron al tráiler, se puede escuchar a Kloepfer gritando débilmente: “No tengo un arma”. Fue transportado al hospital en estado crítico pero estable.
La versión policial aduce que Kloepfer había tenido un altercado verbal con los agentes antes de abrir la puerta y fue acusado de comunicar amenazas y resistir, obstruir y demorar.
Kloepfer, que se identificó como discapacitado, compartió la rutina de su tratamiento en las redes sociales. Al parecer, le habían disparado en el torso y el brazo.
Un nuevo vídeo muestra otra muestra de la brutalidad policial en EE.UU. en contra de los afrodescendientes; esta vez golpeando en la cara a una mujer, en el estado de Ohio (norte).
La violencia y abusos de la policía estadounidense continúan este año en el que no termina el primer mes y las noticias dan cuenta de diversos casos, como la muerte de un hombre afroamericano de 31 años, llamado Keenan Anderson, por un paro cardíaco en hospital en Los Ángeles, tras ser electrocutado el 3 de enero con una pistola Taser durante su detención policial, ha generado indignación en la población.
Justamente la muerte de Anderson trajo a la palestra la convulsión surgida por la muerte de George Floyd, un hombre afroestadounidense de 46 años, asesinado en mayo 2020 por un policía blanco en la ciudad estadounidense de Minneapolis. Chauvin inmovilizó a Floyd contra el suelo con una rodilla en el cuello mientras decía repetidamente que no podía respirar.
El trágico asesinato de Floyd se convirtió en un símbolo de la brutalidad policial en EE.UU. y proporcionó un nuevo impulso al movimiento por la justicia racial con protestas que transpasaron las fronteras del país norteamericano.