La gente con mascarilla compra suministros en un mercado en Jerusalén, 1 de junio de 2021. (Foto: AFP)
El ostensible aumento de los casos de la COVID-19 entre los colonos israelíes residentes en los territorios ocupados palestinos ha vuelto a desatar el pánico.
El nuevo primer ministro israelí, Naftali Bennett, y el ministro de salud del régimen, Nitzan Horowitz, están sopesando devolver algunas de las restricciones impuestas para contener los contagios del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, ante las preocupaciones sobre el rebrote del virus en muchas ciudades.
Las autoridades israelíes, que se jactaban de lograr una inmunidad colectiva tras llevar a cabo una campaña masiva de vacunación contra el virus con el fármaco estadounidense Pfizer en los territorios ocupados, sienten mucha inquietud después de que se detectaran las variantes más mortíferas del virus, incluida la cepa encontrada en La India conocida como Delta, entre los viajeros israelíes que llegaron del extranjero.
El ministerio de salud israelí ha exigido imponer multas a quienes viajen a países considerados como ‘peligrosos’, entre ellos La india, Sudáfrica, Brasil, Argentina, México y Rusia.
La semana pasada, la cartera de salud ordenó al público —incluso a las personas vacunadas— que acudió a un evento celebrado el jueves en la localidad de Beit She’an (norte de territorios ocupados palestinos) que entrara en cuarentena después de descubrir que un asistente había contraído el mortal virus.
El exministro israelí para asuntos militares Avigdor Lieberman revela que varios cientos de israelíes vacunados de nuevo se infectan del coronavirus.
Casi una semana después de que las autoridades israelíes pusieran fin a la obligatoriedad del uso de la mascarilla también en interiores, el ministerio de salud pretende volver a decretar el mandato de usar mascarillas para contener la enfermedad que ha vuelto a afectar también a los escolares.
En los últimos días, los territorios ocupados palestinos han experimentado una ola de nuevos casos del virus, debido a dos brotes en las escuelas de Binyamina y Modin, donde decenas de niños dieron positivo con la COVID-19.
Los expertos israelíes advierten que las personas inoculadas no son totalmente inmunes ante el virus. “Hay que tener en cuenta que entre las personas infectadas durante los últimos brotes, hasta un tercio estaban vacunadas”, según dijo Cyrille Cohen, jefe del laboratorio de inmunoterapia de la universidad israelí de Bar-Ilan.