Todo el mundo ha experimentado esa ‘electricidad’ o cosquillas en el codo luego de un fuerte golpe. Pero ¿sabías que esa curiosa sensación no proviene del hueso?
Los golpes o apariciones de manchas en cualquier parte de nuestro cuerpo se han vuelto cotidianos. El dolor resulta subjetivo, ya que para una persona puede ser insoportable, mientras que a otras lo toman como una suerte del destino. Esto, debido a que el umbral de ese sentir es diferente en cada una, como sucede cuando se recibe un golpe en el codo y se experimenta esa sensación de calambre o latigazo de electricidad que hace retorcer de dolor por unos segundos o minutos hasta realizar algunos masajes y la molestia desaparece por completo.
Aunque muchos creen que luego de haberse golpeado el codo, el dolor se produce en el hueso del brazo. Lo cierto es que esos malestares son comunes y resultan insoportables, pero ocurren por otro motivo en el que no está comprometido el hueso. A continuación, te contamos qué pasa realmente en nuestro cuerpo.
De acuerdo a la intensidad del golpe en el codo, se puede percibir un cosquilleo, calambre o electricidad, el cual se extiende desde el cuello hasta la mano. No obstante, también dependerá del punto en que produce el impacto, puesto que no se trata de un hueso o articulación que produce dichas sensaciones, sino de un nervio, específicamente el nervio ulnar, más conocido como cubital.
Según el portal 20 minutos, especializado en salud, el nervio parte de las cervicales y se extiende hasta el dedo meñique de la mano, recorre el brazo y es el encargado de dar movilidad a la mano, y abrir o cerrar el puño. Además, cuenta con una función sensorial que se encarga que las personas sientan cosquillas en la palma de la mano o el cosquilleo cuando te rozan la parte interior del antebrazo.
Por ende, el nervio ulnar o cubital al pasar fuera del hueso queda sin protección, motivo por el cual al darse un golpe justamente en esa parte del brazo se siente el calambre o electricidad.