A un mes del inicio del año escolar, el Gobierno Regional del Callao trabaja a toda máquina en la refacción de 125 escuelas públicas con mayor vulnerabilidad, en beneficio de más de 66 000 estudiantes.
Así anunció el gobernador regional del Callao, Ciro Castillo Rojo Salas, tras reiterar que la gestión pasada dejó algunos colegios en pésimo estado y carentes de servicios básicos necesarios para que los escolares puedan retornar a las aulas en óptimas condiciones.
“Hemos recibido colegios en pésimo estado y los estamos refaccionando”, sostuvo la primera autoridad regional tras señalar que el mantenimiento de las instituciones educativas se realiza con un presupuesto de más de 8 millones de soles.
“Tenemos que mejorar y arreglar muchas cosas, las instalaciones y aulas no son las óptimas, por eso, ni bien asumimos el reto de conducir los destinos de la región Callao, nos hemos abocado a trabajar para garantizar una educación de calidad y al servicio de los más necesitados”, añadió. Precisó que lo que se busca con las intervenciones es garantizar el buen inicio del año escolar 2023 en la región Callao.
Trabajos de refaccionamiento
Indicó que dicho trabajo se realiza a través de la Gerencia Regional de Educación, Cultura y Deporte, en articulación con la Gerencia Regional de Infraestructura (GRI), la Dirección Regional de Educación del Callao (DREC), la Unidad de Gestión Educativa Local Ventanilla (UGEL Ventanilla) y el Comité de Administración el Fondo Educativo del Callao (CAFED).
Recientemente, en un recorrido por la IE 5092 Santa Rosa de Lima, ubicada en el sector 5 de Bocanegra, el titular del GORE comprobó que sus instalaciones presentaban deficiencias de infraestructura en las puertas, ventanas y carentes de servicios básicos. Lo mismo ocurrió en la I.E. 111 “Mi Pequeño Paraíso”, ubicada en Quilca.
El titular del GORE Callao detalló que se trabaja aceleradamente para corregir todas las deficiencias encontradas desde aulas precarias, servicios higiénicos que no funcionan adecuadamente, problemas de agua y desagüe, equipos de cómputo obsoletos, etc.
Fuente: Revista Costos