Por primera vez, ya no son las élites.
Ayer, conversando con Javier Torres en lamula.pe , pude comentar cómo pese a que en el Perú no todos ni todas tenemos el derecho a hacer política, esto también está hoy en disputa gracias al Perú movilizado.
Comentaba hace unos días que la gran pregunta de fondo del contexto de crisis peruana es democrática y es: ¿Quién tiene derecho a hacer política en el Perú? Y pese el discurso de Boluarte, Alva, Araoz, Tudela o Cavero, pero también el del grupo El Comercio, el de la CONFIEP, Ghibellini, Alvarez Rodrich o Tafur, hay un Perú movilizado que YA TIENE ciertas victorias. Diría que la principal de ellas en este escenario de dictadura injusta, es que ha logrado entrar de lleno en la agenda política que, tras décadas, por fin no es escrita ni definida por las élites.
Cada vez que la gran prensa terruquea, la dictadora miente, el poder económico se pliega al régimen o el poder judicial tuerce las leyes para sostener al régimen, lo hacen porque ven que por primera vez todo ese contubernio de poderes que hoy COGOBIERNA no está pudiendo marcar la agenda política. Es el poder popular, el Perú movilizado, el sujeto político de los EXCLUIDOS y las excluidas el que hoy está marcando toda la agenda política y delineando la cancha de disputa contra las élites .
Hay quien, erradamente, cree que esa es una disputa de las izquierdas. Hace mucho que en Perú el clivaje izquierda-derecha no describe precisamente lo que ocurre. Ni la pulsión constituyente que ya existe y es mayoritaria, ni la victoria de Castillo en 2021, ni la movilización popular actual puede leerse en las coordenadas izquierda-derecha. El sujeto político es otro.
Ayer, Javier me preguntaba cómo el Perú movilizado podía dar ese salto hacia la política más visible, de la estructura y toma de decisiones, y comenté que ese salto en realidad YA lo ha dado. Cuando la agenda política está en disputa y ya no la escriben las élites sino la gente, es que la política ya ha variado. La disputa está todavía abierta y por eso es clave no permitir que la crisis de régimen la cierren en las alturas quienes han creado la crisis, sino de abajo hacia arriba con un nuevo pacto social que permita que todos y todas las peruanas tengamos el mismo derecho a hacer política y, por tanto, escribamos nuestra Constitución en igualdad de condiciones.