“El mejor líder es aquel que sabe elegir
a los mejores para hacer las cosas,
y tiene la templanza suficiente
para no entrometerse mientras lo hacen.”
Theodore Roosevelt
La presidenta del Perú, Dina Bolaurte y el poder legislativo atraviesan una crisis de liderazgo. Esta crisis se ha hecho evidente ante la falta de la toma de decisiones para contener el descontento social y las protestas. El país requiere lograr un equilibrio social y requiere de liderazgo político. No existe liderazgo de la presidenta para conducir un país que se ha fragmentado, y que es percibido a través del discurso político de adolecer de empatía para con los ciudadanos. Los políticos de partidos, gremios asociaciones carecen de liderazgo en la sociedad. Otros prefieren al líder “fuerte” a la” mano dura” un mito socio cultural en la cultura peruana.
El discurso violento como las acciones violentas no con llevan al diálogo. En la historia política de los conflictos sociales, y guerras, en dialogo ha sido y es la pieza más importante de juego, para lograr la legitimidad, equilibrio y el orden social.
En todas las épocas ha habido lideres y políticos siendo una constante histórica y un hecho sociocultural recurrente. Las sociedades humanas requieren de lideres políticos que generen liderazgo, en diferentes niveles, que guíen e inspiren. Porque uno de los propósitos del liderazgo político es contribuir a la cooperación social del bien común. El líder requiere tener la vocación de servicio.
Cada cultura, desde una mirada particular, ha generado su propia idea de buen líder político. En el pasado se han forjado diversidad de idealizaciones o imágenes míticas del líder. Por ejemplo Platón ensalzaba las cualidades intelectuales de los “reyes-filósofos” para gobernar las antiguas ciudades griegas (polis), En sus inicios, cada polis estaba dominada por un caudillo militar, el basileos . En muchos casos ejercían el poder religioso y judicial. A mediados del siglo VII a. C., estos gobiernos de tipo monárquico fueron sustituidos por oligarquías «gobierno de unos pocos», en las que el poder político pasó a manos de asambleas formadas por representantes de las familias locales más influyentes y ricas: los eupátridas . Mientras Maquiavelo elogiaba las múltiples prevenciones del “príncipe nuevo” renacentista. El filósofo y escritor, Thomas Hobbes atribuía los poderes religioso y político a un “Dios mortal” (Obra Leviatán) que pudiese aplacar los conflictos civiles de las modernas monarquías absolutas. Hoy en un mundo globalizado e inter concertado por las redes sociales y la tecnología el liderazgo ha dejado de ser convencional, requiere de un líder y un equipo especializado. Un líder sabe que no es experto en todos los campos y por eso busca rodearse de los mejores de cada sector. Teniendo claro que es el liderazgo, debe hacer énfasis en que el verdadero liderazgo político es el que sabe navegar en tiempos de crisis, el que es resiliente para adaptarse a los cambios y adversidades, pero, sobre todo, el que sabe tomar decisiones en tiempos difíciles. Y nos preguntamos ¿Cuál es la idea en el Perú de un buen líder político en tiempos difíciles? Aun no tenemos respuesta por que no existe un liderazgo.
También existen una serie de mito socio culturales, que suelen atribuir el líder político “fuerte” debido a la necesidad humana de aplacar la ansiedad, la incertidumbre y el miedo ante los acontecimientos imprevisibles e inesperados, terminan mistificando a los lideres y a atribuyen cualidades de las que carecen.
El liderazgo requiere poder, como el orden requiere libertad están políticamente interconectados. Además, la constancia, perseverancia y resiliencia no puede estar ausente. El poder ejercido mediante la pura utilización de la fuerza no es liderazgo, sino coacción y violencia; y no puede justificarse a largo plazo, esto la historia lo ha escrito con sangre: Holocausto armenio de (1915-1923) durante la Primera Guerra Mundial. el holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial y el genocidio gitano, y en el siglo XXI la invasión rusa a Ucrania.
En sociedades dirigidas por dictadores se confunde, interesadamente, el desnudo ejercicio del poder con los diversos ropajes del liderazgo. El liderazgo requiere poder, como el orden requiere libertad están políticamente interconectados. El líder debe tener constancia, perseverancia y resiliencia. La empatía y constancia ingredientes políticos para legitimar su liderazgo. Rousseau escribió El más fuerte nunca lo es bastante para dominar siempre si no transforma su fuerza en derecho y la obediencia en deber”. ¿Los políticos de hoy pueden tomar decisiones en tiempos difíciles y superar las urgencias cotidianas para lograr el liderazgo en el Perú?
Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara, Sociólogo, MBA
