El entonces vicepresidente Nicolás Maduro anunciaba en cadena nacional que Hugo Chávez había fallecido a esa hora precisa tras dos años combatiendo un cáncer del que nunca se dio información detallada.
El país se llenó de miedo e incertidumbre con la muerte de quien fue presidente por más de 13 años y cambió su rumbo.
Llegó al poder en 1999 tras ganar las elecciones con el 56,5 % de los votos, fue uno de los políticos latinoamericanos más importantes del siglo XXI, puso a Venezuela en el mapa mundial, cambió el modo de hacer política, de cómo la gente participaba en ella, incluyó a los que antes no tenían voz y les dio ayudas sociales, haciéndoles sentir que contaba con ellos.(De Chávez) Lo más importante y que va a perdurar es el intento de empoderar a una parte importante de la población, que los más oprimidos tengan conciencia de su potencial político”, dice a BBC Mundo el catedrático de historia de América e investigador principal del Real Insituto Elcano, Carlos Malamud.De origen humilde y con una fisonomía muy criolla, contrastaba con políticos anteriores. Y lo explotó. Conectó con la población que nunca se había visto reflejada en sus gobernantes y les animó a tomar parte de la política del país, de la que antes estaban excluidos.Jornadas masivas para hacerse la cédula de identidad o una cuenta bancaria para quien nunca había tenido ni una ni otra o participación en unidades de organización donde elevaban sus peticiones al fobierno fueron algunos ejemplos. Y esto se tradujo en apoyo y votos, algo que ha tratado de mantener Maduro con los años gracias al alto nivel de organización que mantiene el núcleo duro del chavismo.”Es una participación muy pobre, más ficticia que real, pero el discurso de fondo es la atención social. Y la política ahora en Venezuela, incluso la opositora, para ser exitosa, necesita conectar con esa base de la población”, explica León.