EE.UU. tienen planes estratégicos en el mar Negro que poco a poco se están desvelando, subraya el columnista turco Mehmet Ali Güller en un artículo publicado el jueves en el diario Cumhuriyet
La atención pública del mundo está en este territorio no solo en los medios, sino en el escenario político internacional, en particular, tras el incidente del avión de reconocimiento marítimo estadounidense, MQ-9 Reaper, que se estrelló en el agua cerca de la frontera rusa.
Hasta ahora, Washington ha adoptado una postura ambigua sobre este episodio. Pero, desde la Casa Blanca y el Pentágono declaran que se reservan el derecho de Estados Unidos a utilizar libremente el espacio aéreo neutral, incluido el mar Negro, con fines de inteligencia militar.
El gran interés de Estados Unidos en esta región no es en absoluto accidental, sobre todo tras el colapso de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), cree Güller, pues, continúa, está tratando de hacer del mar Negro un “lago de la OTAN” para mantener el control tanto de la superficie acuática como de los Estados costeros, con una misión: alterar el equilibrio y la armonía de la zona.
Turquía, por su parte, se encuentra en una encrucijada, dice el autor, y está haciendo esfuerzos para mantener la estabilidad y el equilibrio de poder en la región, y dejar el mar Negro disponible para uso pacífico por parte de todos los países.
Es para la implementación de esta estrategia, Güller está seguro, que Washington contribuyó a la entrada en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de Bulgaria y Rumanía. Con el mismo propósito, a sugerencia de Estados Unidos, Georgia y Ucrania se apuntalan [ambas llevan bastante implorando su membresía, 2003-2008, respectivamente], pero la Alianza Atlántica solo les ha entreabierto las puertas.
Washington no oculta particularmente su segundo objetivo estratégico de militarizar la región del mar Negro bajo el control de la OTAN. Cinco de los seis países del mar Negro (Turquía no reconoce la independencia de Abjasia) se convertirían en miembros del bloque militar occidental.
“Por lo tanto, Estados Unidos está tratando de establecer una superioridad estratégica sobre la Federación Rusa y obtener una ventaja en la batalla mundial por el poder al controlar una parte importante de Eurasia”, escribe el columnista turco.
El mar Negro es la única zona del océano mundial en la que Estados Unidos no puede entrar libremente debido a la Convención de Montreux [1936], que Turquía observa estrictamente. El estado actual del mar Negro, con base en Montreux, obstaculiza las actividades libres y sin restricciones de EE.UU.
Güller recuerda que Estados Unidos ha pedido en reiteradas ocasiones una revisión de tal convención para lograr la eliminación de las restricciones al libre paso de sus barcos, incluidos los de guerra, por el Bósforo y los Dardanelos en cualquier momento.
En otro artículo del mismo autor, este expresaba su malestar por las manipulaciones de la OTAN no solo en cuanto a los nuevos miembros, sino cómo caldea los ánimos entre los Estados ya suscritos.
“Eso es exactamente lo que es la OTAN, el veneno americano. Ese veneno primero afecta tus ojos, la imagen cambia, luego se apodera de tu mente y tu cuerpo se rinde poco a poco…”, explicó.
