El dolor de cabeza es uno de los principales problemas de muchas mujeres durante la menopausia, así como en los años previos y posteriores a ella. ¿Por qué son tan habituales los dolores de cabeza a esta edad? ¿Qué podemos hacer para combatirlos?
El dolor de cabeza, en general, es más frecuente en las mujeres que en los hombres debido, sobre todo, a los cambios hormonales. Y ¿qué mayor cambio hormonal que el producido durante la menopausia? Y es que los estrógenos y la progesterona, las principales hormonas sexuales femeninas, cuyo fin marca el inicio de la menopausia, afectan a los químicos presentes en el cerebro que causan el dolor de cabeza. Por eso, son muchas las mujeres que, llegadas a esta etapa que comienza con la perimenopausia en torno a los 45 años, comienzan a sufrir dolores de cabeza frecuentes. Además, los dolores de cabeza son más habituales en mujeres que han sufrido de migrañas o dolores de cabeza toda la vida y estos pueden volverse más frecuentes y fuertes desde que las hormonas sexuales femeninas comienzan a aumentar y disminuir sus niveles llegada la perimenopausia. Después, hay mujeres que dejan de sufrir este problema una vez los niveles hormonales se estabilizan pasada la menopausia, pero otras continúan padeciéndolos durante la posmenopausia. Asimismo, el dolor de cabeza o las migrañas también están relacionados con la hipertensión que muchas mujeres sufren durante la menopausia a causa de la disminución de los estrógenos que protegían contra este problema. También la genética tiene mucha influencia en los dolores de cabeza y su intensidad. Otro de los factores desencadenantes del dolor de cabeza en esta etapa son los cambios psicológicos: ansiedad, irritabilidad, cambios de humor o insomnio influyen en la aparición y la intensidad del dolor de cabeza. Por último, las mujeres sufren más dolores de cabeza que los hombres a causa de los genes. Según un estudio realizado por el Instituto Nacional Francés de la Investigación Médica (INSERM) existen tres genes asociados con la migraña. Dos de los tres genes están asociados claramente a la migraña (TRPM8 y LRP1), mientras que el tercero (PRDM16) parece jugar un papel tanto en la migraña como en otras formas de dolor de cabeza. Lo curioso es que el TRPM8 sólo se encuentra en mujeres. La terapia de reemplazo hormonal, el tratamiento farmacológico principal para tratar los síntomas de la menopausia, puede ayudar a paliar los dolores de cabeza, aunque a veces tiene el efecto deseado y hace que estos sean más frecuentes e intensos. Si es tu caso, puedes consultar con tu médico la posibilidad de usar un parche cutáneo de estrógeno que libera esta hormona de manera constante, en niveles más bajos, lo cual puede aliviar los dolores de cabeza o, al menos, hacer que no empeoren. Además, puedes tomar analgésicos para acabar con los episodios de dolor una vez comienzan, pero esto no ayuda a prevenirlos, solo a conseguir que el dolor se pase en algunos casos (a veces, el dolor es tan fuerte que no son efectivos o el dolor reaparece pasado el efecto del fármaco). Si las migrañas son muy fuertes puedes consultar al neurólogo, quien decidirá si es necesario un tratamiento preventivo con algunos de los medicamentos que funcionan en la prevención de migrañas, como betabloqueadores, anticonvulsivos, bloqueadores de los canales de calcio, antidepresivos o magnesio. Si no quieres recurrir a los fármacos, nada mejor que los remedios naturales y ciertos cambios en el estilo de vida que pueden ayudarte a sentirte mejor, prevenir los dolores de cabeza o eliminarlos cuando empiezan. Si te duele mucho la cabeza, túmbate en una estancia tranquila y con poca luz y colócate un paño de agua fría o hielo sobre el área que duela. Los ejercicios de relajación disminuyen el estrés y la ansiedad y ayudan a evitar y calmar los dolores de cabeza. El yoga, ejercicios de respiración, la meditación o la relajación progresiva de Jacobson también pueden ayudarte.
La acupuntura es una técnica muy eficaz para combatir los dolores de cabeza y evitar el estrés. La lavanda tiene efectos relajantes, por lo un aceite esencial puede ayudarnos. Echa cinco gotas de esencia de lavanda en los dedos y date un masaje en el cuero cabelludo. El aceite de oliva combate los dolores de cabeza, así que no olvides tomar dos cucharadas a diario. La manzanilla posee propiedades antiinflamatorias, por eso es perfecta para calmar los dolores de cabeza. Bébela durante el día a sorbitos. Procura dormir y descansar bien, ya que el cansancio y el sueño favorecen la aparición del dolor de cabeza. La infusión de romero es muy útil para aliviar el dolor de cabeza, puesto que contiene ácido rosmarínico, analgésico y antiinflamatorio. La raíz del jengibre también contiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas.