Los estrategas de la derecha soñando que la realidad sea como sus deseos

La encuesta de CPI realizada los últimos días de enero incluyó la pregunta: “Y si las elecciones fueran mañana, ¿por el candidato presidencial de cuál de estas ideologías votaría usted?”.

El mayor porcentaje se lo llevó el centro, con 27.9%. La derecha moderada, mientras tanto, tuvo el 22.8%. Mucho más atrás estuvo la izquierda moderada con el 12.7%. Le siguen la extrema derecha con el 3.3% y la extrema izquierda con 2.4%.

La desmenuzada trae datos reveladores. La izquierda moderada se va hasta el 27.7% en la sierra centro y sur, principal escenario de las recientes protestas. El centro, mientras tanto, se dispara en la costa sur con 37%. Por otro lado, la derecha moderada tiene su epicentro en Lima y Callao, con 32.6%, 10 puntos más que el promedio regional.

Según este ejercicio de intención de voto, el Perú de hoy sería un país básicamente de centro derecha. Aunque los mensajes de medios, redes e incluso encuestas, apuntan en otra dirección, la lógica dictaría que, después del desastre sin precedentes del gobierno de Pedro Castillo, la factura será alta para la izquierda.

¿Quién asoma? El congresista Roberto Chiabra (73), general retirado del Ejército y exministro de Defensa, renunció a la bancada de APP y anunció candidatura presidencial con un partido propio que no se definirá de derecha ni izquierda. Chiabra y Carlos Añaños (56) son, según los entendidos, quienes más entusiasmo despiertan entre el gran empresariado para las próximas elecciones que no tienen fecha definida. Otros personajes como Fernán Altuve (54) ya tienen pintas y Hernando de Soto (81) ha expresado interés en repetir el plato de la candidatura, aún en la madurez. Con una derecha tan dividida, el espectro de una nueva candidatura de Keiko Fujimori (47) vuelve a despertar temores.

Para el caso del Perú, el escepticismo ha primado a la hora de establecer la identificación ideológica del votante peruano. Más recientemente, trabajos como el de Alfredo Torres (Elecciones y Decepciones, 2020) destacaron que, más que izquierda-derecha, pesan los ejes conservador-liberal y el de más o menos autoritario.

Efectivamente, en una encuesta de Ipsos del 2019 un 59% respondió desconocer los usos de izquierda y derecha en la política.

Sin embargo, un seguimiento a las encuestas más recientes de CPI pintan un panorama distinto. En la última muestra, solo el 30.9% no precisa por qué tendencia votaría en las próximas elecciones.

Cuando Pedro Castillo iniciaba su desastroso gobierno, en agosto de 2022, CPI preguntó que tendencia debía seguir su gobierno. Un 33% consideraba que de centro, mientras que el 31% de izquierda moderada. El 10.6% apuntaba a la derecha moderada, el 2.6% a la extrema derecha y el 4.4% a la extrema izquierda. Solo el 18.3% respondió “no sabe/no opina”.

Para setiembre de 2022, cuando el barco castillista se hundía a pique, la autoidentificación con el centro se disparó al 57.2%. La izquierda moderada alcanzó apenas el 12.2%. El 17.5% se declaró de derecha moderada. El “no precisa” era de 8.8%.

LOS EXTREMOS

Consultado por CARETAS, el politólogo Carlos Meléndez advierte que los tres momentos en estas encuestas no son comparables porque, si bien todas se refieren a las categorías ideológicas, las preguntas son distintas.

“Desde el 2014 vengo rastreando la pregunta (de la identificación ideológica)”, dice. “Normalmente en un país no polarizado la mayor cantidad se ubica al centro. En el Perú en el 2014, el promedio era 5.5 sobre 10 (donde 1 y 10 son los extremos). Esa misma pregunta se hizo en la encuesta de LAPOP que elabora el Latinobarómetro los años 17, 19, 21 y lo que vemos es que cada vez más gente que se ubica en los extremos. La última vez que se aplicó es justamente antes de la elección de Pedro Castillo, que es cuando fue más claro”.

Sobre la encuesta de CPI de setiembre pasado, donde el 57% se declara de centro, Meléndez cree que un porcentaje de esas personas “se pueden seguir autoubicando en la izquierda, pero se avergüenzan después de la experiencia de Castillo. Eso no quiere decir que, si aparece un liderazgo relevante que reactive esa tendencia, vuelvan a votar por la izquierda”.

Ojo que, en la encuesta más reciente, cuando se pregunta por el voto, solo el 27.9% dice que lo haría por un candidato de centro, lejos del 57% que se declaró de centro en agosto último.

Meléndez, por cierto, tuiteó en febrero: “dos grandes mentiras que creen los peruanos: que Pedro Castillo fue víctima de un golpe del Congreso y que hay un espacio para un centro democrático”.

Añade que “el progresismo sueña con un centro de moderación económica y sensibilidad social. Julio Guzmán pensó que la gente del “centro” iba a votar por él. Pero ese centro también puede significar indiferencia”.

Ante la encuesta de Ipsos en la que el 51% creía que el golpe se lo dieron a Castillo, Meléndez dijo que se debía a “una opinión pública populista, anti establishment y proclive a teorías de conspiración. ¿O ustedes siguen creyendo en el centro republicano?”.

Por su parte, Omar Castro, gerente general de CPI, suma a esa línea con un efecto post Castillo. “Que no lo dejaron gobernar, que piso el palito con el golpe. Me sorprende que en la última encuesta un porcentaje importante considere justas las protestas a pesar de la violencia. Preocupa que la posición de centro vaya a disminuir y sumen los extremos. La izquierda vende la idea de la Asamblea Constituyente como una gran herramienta política pero la derecha ha cometido el error de no vender los logros del sistema, que son muchos y positivos”.

Fuente: Caretas