El desierto de Ica es considerado uno de los más bellos del mundo y ofrece condiciones ideales para la práctica de deportes de aventura como el parapente, gracias a sus extensas y ondulantes dunas
El desierto de Ica es considerado uno de los más bellos del mundo y ofrece condiciones ideales para la práctica de deportes de aventura gracias a sus extensas y ondulantes dunas. En este fascinante escenario natural ubicado a pocas horas al sur de Lima es posible vivir inolvidables experiencias pletóricas de adrenalina que ayudan a sacudirse del estrés.
A continuación, repasemos cuáles son aquellos deportes de aventura que pueden practicarse en el desierto de Ica y los lugares específicos para hacerlo a plenitud.
Uno de los lugares predilectos para estas disciplinas deportivas y actividades recreativas es Cerro Blanco, considerada una de las dunas más altas del mundo por encontrarse a alrededor de 2,078 metros sobre el nivel del mar. Es el lugar elegido para la práctica del sandboard.
El sandboard consiste en deslizarse parado, sentado o echado sobre una tabla especial que desciende desde elevadas y cálidas pendientes de arena. Se trata de una de las mayores atracciones de los turistas que disfrutan de la aventura y de los cultores de esta disciplina que tiene cada vez mayores seguidores. Hay que recordar que para practicar este deporte se necesita además de la tabla, implementos como lentes, casco y contar con la supervisión de
un instructor.
El ondulante paraje desértico que parece interminable en Ica invita también a recorrerlo corriendo, pero para ello se requiere de una exigente preparación física capaz de sortear el intenso calor y el terreno inestable de las
dunas.
Debido a que este escenario árido desafía la capacidad de los atletas de élite, Ica fue elegida para ser sede de la Maratón des Sables, que se realizó por primera vez en el Perú en 2017. En esa edición reunió a 500 participantes
de diversos países.
Otro escenario desértico ideal para una caminata de aventura es el Cañón de los Perdidos, ubicado al sudoeste del distrito de Santiago, en el sector denominado Montegrande, en la provincia de Ica.
Tiene una extensión de 5 kilómetros de largo y se encuentra a 40 kilómetros de la localidad de Ocucaje. Según los investigadores, este cañón se formó por la erosión del río Seco, afluente que desemboca en el río Ica, en el pequeño sector llamado Chilcatay. Su existencia fue dada a conocer el 10 de julio de 2011 y desde entonces viene atrayendo a un creciente número de visitantes que desean conocer y recorrer esta formación natural de impactante belleza.
El parapente es otro de los deportes de aventura que se pueden realizar en el desierto de Ica, favorecido por corrientes de aire que ayudan al sobrevuelo que permite disfrutar de las hermosas dunas que parecen interminables.
El parapente consiste en un paracaídas que permite a los usuarios arrojarse desde una pendiente para conseguir un vuelo en formato horizontal, a diferencia del paracaidismo, donde se desciende de modo vertical. Puede hacerse solo con el paracaídas o adicionando a éste un vehículo ligero con motor a hélice que ayuda a despegar desde un terreno plano sin necesidad de subir a un lugar elevado
El desierto de Ica es fabuloso para realizar paseos turísticos abordo de vehículos tubulares que permiten apreciar la belleza de las ondulantes dunas, pero también vivir una emocionante travesía con veloces subidas y bajadas que son el mejor bálsamo para el estrés.
Estos automóviles reciben el nombre de tubulares por su chasis conformado por una estructura hecha con tubos metálicos, sin puertas ni ventanas, lo que le confiere estabilidad y ligereza necesarios para que puedan desplazarse rápidamente por el desierto.
El automovilismo y el motociclismo también tienen en Ica a un escenario formidable para el recorrido off road, pero se requiere de vehículos de doble tracción bien equipados para el desplazamiento en el desierto y una buena elaboración de la ruta a seguir para asegurar una grata e inolvidable experiencia en las dunas.
El desierto de Ica ha sido parte de la ruta en varias ediciones sudamericanas del afamado rally Dakar, entre 2012 y 2018, que incluyeron al Perú, así como en diversas competencias off road con participantes nacionales e internacionales.