Rosa María Palacios respaldó la denominada ‘Marcha en defensa de la democracia’ que se llevará a cabo este sábado 16 de setiembre para defender a la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y protestar contra el “golpe congresal”. La especialista consideró que esta podría ser la última vez que hablaría públicamente sobre protestas sociales, puesto que el Parlamento podría aprobar la próxima semana el proyecto del Ejecutivo para modificar el Código Penal de Perú, que responsabilizaría y penalizaría a los medios de comunicación por informar acerca de manifestaciones contra el Gobierno que terminen en disturbios

“Tal vez esta sea la última vez que yo les pueda decir mañana en el Campo de Marte que hay una marcha para defender la democracia. Yo voy a ir. Voy a estar ahí. Vamos a salir del Campo de Marte, avenida Salaverry, Javier Prado y al final termina en Palacio de Justicia. (…) Probablemente, voy a ir porque va a ser la última vez que voy a poder decirlo en público, después me lo va a prohibir el Estado o me meterán presa a Santa Mónica por graciosita, por cambiar el lenguaje, vamos todos presos”, manifestó

“Para el Ejecutivo la instigación al disturbio la hacemos nosotros, los periodistas, lo están diciendo en la exposición de motivos. Así lo van a aprobar, así lo van a sacar la próxima semana y, como reitero, esta es la última vez que podré decirles: ‘Hay una marcha este sábado’. A partir de ahí vamos a tener que inventar un lenguaje a lo Melcochita y tendré que decir no vaya, no vaya, es un fracaso, viva Dina”, dijo.

En su programa ‘Sin guion’, evaluó la propuesta por parte del Gobierno de Dina Boluarte y se mostró sorprendida de que precisen modificar el Código Penal “sin afectar la libertad de expresión, el derecho de reunirse pacíficamente sin armas u otros derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Política”.

“¿En serio? ¿Modificar el Código Penal sin violar la Constitución? Ah, caramba. (…) Es evidente que ninguna delegación de facultades, faculta a violar la Constitución porque el Congreso no está facultado a violarla tampoco, aunque la viole cotidianamente”.

Fuente: La República