Bajo la lupa. Analistas Sosa y Cárdenas ubican al jefe de la PCM en el peor pragmatismo represivo y con grave inconsistencia política. Paula Távara resalta su gran empoderamiento y su influencia sobre la presidenta Boluarte.
La trayectoria política de Alberto Otárola está estrechamente vinculada al sector de la Defensa desde enero del 2002 a abril 2003 en que fue asesor del Ministerio de Defensa para el proceso de reestructuración de esta cartera y la reforma de las Fuerzas Armadas en el gobierno de Alejandro Toledo. En la gestión del expresidente Ollanta Humala reaparecería como titular de Defensa entre diciembre del 2011 a mayo del 2012.
Ya en el Gobierno de Dina Boluarte dio un salto con garrocha cuando de abogado de esta pasaría a ser su ministro de Defensa, para al poco tiempo convertirse en su jefe de gabinete.
Una vez en el poder, el protagonismo y empoderamiento de Otárola se perfilaría como nunca antes, en un contexto de intensa protesta social que pide adelanto de elecciones y que ha descalificado hasta vincularla con organizaciones criminales.
“Todo parece indicar que se trata de manifestaciones espontáneas, lógicamente promovidas por intereses oscuros que hemos venido identificando, vinculados al narcotráfico y a la minería ilegal”, dijo en su presentación en el Congreso sobre las manifestaciones en Apurímac.
Operador clave
Para el analista político Paolo Sosa, Otárola no solo es la mano autoritaria que pretende poner el orden para sostener al gobierno en el mediano plazo sino que también es el operador político clave de este régimen.
“Claramente es el operador político del gobierno, es quien tiene más noción de lo que tiene que hacer el gobierno en términos de asegurar su sostenibilidad en el tiempo. Es quien opera con las distintas fuerzas políticas y ciertamente da la impresión que es quien lleva la agenda del gobierno, especialmente cuando hay una presidenta bastante débil, sin bancada, sin bases sociales, sin mucha conexión con el poder político. Es el operador más importante del gobierno, sino la figura clave. Políticamente, creo que es quien traza las líneas a seguir”, comentó Sosa.
Respecto a su papel en la férrea defensa de la represión de las fuerzas del orden frente a las manifestaciones en el país que ha ocasionado 49 fallecidos califica su política como el “peor tipo de pragmatismo que puede recurrir a orientaciones autoritarias con tal de sostener el poder”.
Para el analista David Sulmont le queda claro también que Otárola es “un premier de la mano dura y autoritaria”, y le llama la atención cómo teniendo un recorrido político, incluso de centro izquierda al venir del gobierno de Humala, haya dejado de hacer política y recurra a la represión.
“Es muy preocupante que alguien que supuestamente tiene más experiencia política ha renunciado a hacer política con la población y más bien ha afianzado un discurso y una práctica represiva”, dijo Sulmont.
Políticamente inconsistente
Para el analista político Alonso Cárdenas (profesor de política públicas de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya) Otárola es un personaje de poca consistencia política cuando como candidato al Congreso con el número 5 por el Partido Nacionalista abogaba a favor de una Asamblea Constituyente y ahora se opone a esta.
De hecho, el entonces candidato congresal tuiteó lo siguiente: “Constitución fujimorista cumplió su ciclo. Resumo propuesta de @pnacionalistap en 3 pasos: se convoca a referéndum, pueblo opta por nueva Constitución, se instala Asamblea Constituyente, se debate y aprueba nueva Constitución del Bicentenario”.
“Veo a un personaje político que se acomoda de acuerdo a como vaya la tendencia. Hace algunos años, el señor Otárola tenía una posición abiertamente antifujimorista y además estaba a favor de la Asamblea Constituyente cuando era candidato con el número 5 al Congreso con Ollanta Humala en el año 2021. Años después, piensa que la Asamblea Constituyente es sinónimo de comunismo y se respalda en la bancada fujimorista. Eso dice mucho de la consistencia ideológica que él tiene. Si un año dice una cosa y el otro año dice lo otro, es de poca consistencia política”, dijo Cárdenas.
Vaivén
Cabe destacar que Otárola se graduó en derecho en la Universidad San Martín de Porres con su tesis denominada “El Derecho Internacional de los derechos humanos y su inserción en el sistema constitucional peruano”. Además, el presidente Valentín Paniagua lo nombró en el 2001 agente del Estado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
Días atrás, Otárola –exprotector del Sistema Interamericano de Derechos Humanos– declaró a RPP que “en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos viene trabajando activamente un grupo de abogados, de extrema izquierda, que han defendido improntas en otros países”.
Sin embargo, para la analista Paula Távara el hecho de que Otárola haya pertenecido al gobierno de Humala, que por cierto fue el presidente de la hoja de ruta, no lo convierte necesariamente en un político que apueste por el diálogo y la concertación.
“Creo que se debe comprender que el tipo de liderazgo que maneja o el sector en el que se mueve puede llevarle con facilidad a plantearse desde las cuestiones del uso de la fuerza. El haber sido parte del gobierno de Humala no necesariamente lo vuelve en alguien de izquierda o dialogante. Es posible entender, creo, un Otárola que es capaz de jugar en ambos gobiernos y que probablemente mantenía ya, en ese gobierno, esas ideas o esa facilidad del uso de la fuerza. Entonces, tu podrías decir que él ha mantenido, quizá, ideas del uso de la fuerza siempre”, explicó.
La politóloga consideró además que estamos ante un Otárola bastante más empoderado. “Esta vez tiene bastante más poder de influencia sobre la presidenta”, advirtió.
Fuente: La República
