Singapur, un país del oriente de Asia que se considera uno de los más ricos del mundo, es un caso de éxito en cuanto a combatir la corrupción
Este país está ubicado dentro de los 10 más bajos en el Índice de Transparencia Internacional en la materia durante los últimos años.
La clave de su éxito combatiendo la corrupción está ligada a su crecimiento económico y a su política de “cero tolerancia contera la corrupción“.
En este país, aquellos que incurran en actos corruptos son castigados con severidad, incluso se sugiere la pena de muerte.
Aquí, los criminales están obligados a realizar trabajo forzado y si incurren en actos delictivos o de corrupción, se les condena a muerte.
Estas estrictas políticas le han valido miles de críticas, pero Singapur ha defendido a capa y espada que no hay tolerancia contra la inseguridad ni la corrupción.
A pesar de que muchos han señalado que sus políticas de tolerancia cero contra la corrupción incurren en violación de derechos humanos, autoridades de Singapur aseguran que no es así, pues en su territorio no hay algo que pueda motivar a sus ciudadanos a robar.
“Si quieres derrotar la corrupción, debes estar preparado para enviar a la cárcel a tus amigos y familiares”, decía el Primer Ministro de Singapur.
¿Cómo lo hicieron?
Establecieron un “Programa especial de lucha contra la corrupción” y crearon medidas como:
- Rotación de personal para evitar lazos de corrupción
- Inspecciones sin previo aviso
- Traer elementos para trabajar en el servicio público
- Crearon la “Oficina de Investigación de Corrupción”, que es autónoma, lo que impide responda a intereses ajenos
- Dicha institución realiza investigaciones, intervenciones, inspecciona hogares, oficinas y cuentas bancarias
- Aplican penas a todos los funcionarios públicos que cometan actos corruptos
- Se les priva de su empleo, pensión y seguridad social
- Algunos reciben sentencia de azotes, prisión de 4 a 7 años o pena de muerte (sobre todo si cometieron violación, secuestro o participaron en actividades de narcotráfico)
- No abandonan el pensamiento anti-corrupción de Lee Kuan Yew
Además, el actual Ministro de Singapur, Lee Hsien Loong mantiene vivo el rigor contra la corrupción, pues piensa que de suavizarse su combate, habría quien quisiera transgredirla, por lo que asegura no bajan la guardia en su país.
Sin duda, la rigidez y seriedad con la que se toman el combate a la corrupción en Singapur habla mucho también de su éxito económico y social. En el caso de Perú, ¿podríamos hacer lo mismo? ¿podría erradicarse la corrupción?.