Hildebrandt en sus trece recogió el testimonio del exasesor Julio Schiappa y de un exministro que contó que Palacio de Gobierno “le daba mala espina” a la mandataria, por lo que decidió seguir viviendo en su casa de Surquillo
El discurso original leído por Dina Boluarte cuando asumió la Presidencia, en diciembre pasado, señalaba que “se iba a quedar hasta el 2024″, con lo cual inicialmente estaba abierta la puerta al adelanto electoral, reveló el exasesor Julio Schiappa en un informe difundido este viernes en el semanario Hildebrandt en sus trece.
El texto de emergencia fue redactado por el excanciller Manuel Rodríguez y, de acuerdo con Schiappa, no contemplaba que Boluarte se mantenga hasta 2026, cuando expiraba el mandato del destituido y recluido exmandatario Pedro Castillo.
“El documento original señalaba que Boluarte se iba a quedar hasta el 2024, pero ella se fue hasta el 2026″, dijo el exasesor a la revista de investigación, que expuso otros pormenores de la jefa de Estado a siete meses de gobierno.
Pocos días después de llegar al sillón presidencial, Boluarte anunció una propuesta de elecciones para abril de 2024, pero no mitigó las protestas antigubernamentales, que demandan desde entonces comicios inmediatos.
En un intento de terminar con ese escenario de crisis, su administración envió un proyecto de ley para adelantar las elecciones, mientras que el Legislativo también presentó una serie de propuestas en ese sentido.
Sin embargo, tanto la Comisión de Constitución como el pleno del Congreso rechazaron hasta marzo pasado por lo menos cinco intentos de adelantar los comicios para diciembre de este año.
Mientras que las bancadas de izquierda condicionaron su apoyo si se incluye la consulta sobre una Asamblea Constituyente, los legisladores de derecha aseguraron que primero se debía discutir e implementar una serie de reformas constitucionales, entre ellas el regreso a un Parlamento con las cámaras de senadores y diputados.
A mediados de junio, Boluarte afirmó que un posible adelanto de elecciones en su país “está cerrado” y cumplirá el mandato. “Nosotros seguiremos trabajando de manera responsable, y en ese respeto al estado de derecho, a la democracia y a la Constitución hasta julio de 2026″, remarcó.
Esta declaración, la primera en la que se pronunciaba de manera tajante sobre el tema, la emitió después de la celebración de una sesión del Consejo de Ministros. Y en su mensaje a la Nación por 28 julio, el más largo de un presidente peruano en el siglo XXI, ratificó que continuaría por los próximos tres años.
Palacio y confianza
El informe de la revista también recoge la declaración de un exministro, quien contó que Boluarte decidió continuar viviendo en su casa de Surquillo porque Palacio de Gobierno “le daba mala espina”.
Asimismo, señaló que durante su primer Consejo de Ministros, la mandataria advirtió al gabinete que las decisiones que se tomaran debían ser unánimes “o le quitaba la confianza a aquellos que se oponían a la mayoría”.
Tildó de “terroristas” a los líderes de las protestas, lo que ocasionó que la entonces ministra de Educación, Patricia Correa, le solicitara que, por respeto a la historia, evitara usar esa palabra a la ligera, según el semanario.
Tras la masacre de diez ayacuchanos, los exministros Patricia Correa (Educación) y Jair Pérez (Cultura), la buscaron en su despacho y le dijeron que debía pedir perdón por la masacre.
Boluarte, según el informe, respondió que lo de Ayacucho había sido “una emboscada” de los manifestantes contra los soldados y que dejar de asistir a una ceremonia del Ejército a la que se dirigía podía ser “un acto de debilidad”.
Tras la destitución de Castillo, después de orquestar un autogolpe de Estado, las movilizaciones de protesta convocaron a miles de personas y hubo un total de 77 fallecidos registrados, de los cuales 49 murieron por enfrentamientos con las fuerzas del orden. Por estas muertes, la mandataria enfrenta una investigación por presunto genocidio.