Mientras los mercados del petróleo siguen inquietos, la incautación del cargamento es la última escalada entre Washington y Teherán tras años de presión sancionadora por parte de Estados Unidos por el programa nuclear iraní. La república islámica no reconoce las sanciones y sus exportaciones de petróleo han aumentado.

Teherán afirma que su programa nuclear tiene fines civiles, mientras que Washington sospecha que Irán quiere desarrollar una bomba nuclear.

La empresa de seguridad marítima Ambrey dijo que la confiscación estadounidense tuvo lugar al menos cinco días antes de la acción de Irán del jueves. “Ambrey ha evaluado la incautación por la Armada iraní como una respuesta a la acción de EEUU”, dijo en un aviso a clientes.

“Ambos petroleros eran del tamaño Suezmax. Irán ya ha respondido con anterioridad a las incautaciones de cargamentos de petróleo iraní”.

Las fuentes familiarizadas con el asunto, que declinaron ser identificadas debido a lo delicado del asunto, dijeron que Washington tomó el control del cargamento de crudo a bordo del petrolero de las Islas Marshall Suez Rajan tras conseguir una orden judicial previa.

La Armada estadounidense dijo que Irán se apoderó el jueves de un petrolero con bandera de las Islas Marshall en el Golfo de Omán, la última incautación o ataque de Teherán a buques comerciales en aguas sensibles del Golfo.

La televisión estatal iraní dijo el viernes que el petrolero ignoró las llamadas de radio durante ocho horas tras una colisión con un barco iraní, que dejó varios tripulantes heridos y tres desaparecidos.

El año pasado, Estados Unidos intentó confiscar un cargamento de crudo iraní cerca de Grecia, lo que llevó a Teherán a apresar dos petroleros griegos en el Golfo.

El Tribunal Supremo griego ordenó la devolución del cargamento a Irán y los dos petroleros griegos fueron liberados posteriormente.

(Reporte de Jonathan Saul en Londres, Timothy Gardner en Washington, Michelle Nichols en Nueva York y la redacción de Dubái. Editado en español por Javier Leira)