Miles de ciudadanos se dirigieron rumbo al aeropuerto de Juliaca donde celebraron la misa en honor a los 18 fallecidos del 9 de enero.
La masacre del 9 de enero en Juliaca ha marcado un antes y un después en la vida de la antes llamada “ciudad de los vientos”. su frenética actividad comercial ha dado paso al dolor, la indignación y la sed de justicia, por encima de su evidente carácter emprendedor.
Las personas que vivieron aquella barbarie aun se llenan de lagrimas, las madres marchan en silencio y la rabia contenida se ve en algunos rostros. La presidenta dina Boluarte dice que son una minoría, pero estas imágenes hablan de una larga y tumultuosa ansia de reivindicación, que en la historia pasará por encima de este gobierno y los políticos de hoy.
Fotos: Erick Rodríguez
La conmemoración del mes de los fallecidos en Juliaca
A un mes de la masacre en Juliaca donde fallecieron 18 personas producto de la represión policial, ciudadanos y familiares de las víctimas salieron a protestar exigiendo justicia. Miles de pobladores de Puno se dirigieron rumbo al aeropuerto Inca Manco Cápac donde celebraron la misa en honor a los fallecidos del 9 de enero.
Asociaciones de músicos, dirigentes, comuneros, ciudadanos autoconvocados y rondas campesinas acompañaron en procesión a quienes cargaban las fotos de los asesinados por la Policía. Hasta el momento no hay responsables ni culpables de las matanzas, por ende, los miles de pobladores continúan pidiendo la renuncia de Dina Boluarte.
Además de pedir justicia para los fallecidos, también lo hicieron para los heridos de bala que continúan internados en los hospitales o en recuperación. No se registraron enfrentamientos con los efectivos policiales.