ElBúho.pe conversó con la excongresista y defensora de Derechos Humanos Rocío Silva Santisteban sobre la clausura al LUM y el Informe 2022-2023 de Amnistía Internacional.
“El libro que los gobiernos no quieren que leas”, así abre su penoso recuento el abrumador informe sobre la situación de los Derechos Humanos a nivel mundial.
El 28 de marzo, el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social fue clausurado extrañamente suscitando el rechazo de organizaciones y activistas por los Derechos Humanos.
El museo administrado por el Ministerio de Cultura del Perú fue clausurado por la Municipalidad de Miraflores, supuestamente, por no contar con los certificados de seguridad en edificaciones.
Según la Subgerencia de Gestión de Riesgo de Desastres de la Municipalidad de Miraflores, el museo no contaba con el certificado de inspección técnica de seguridad en edificación, ya que venció en mayo de 2016.
El mismo día del cierre intempestivo, en el LUM se iba a presentar el Informe Anual 2022/2023 de Amnistía Internacional. Este evento haría pública información sobre los derechos humanos en el mundo
Entre los ponentes figuraba Ana María González, directora de Amnistía Internacional; la directora ejecutiva, María Navarro; el presidente de la Asociación de Mártires y Víctimas del 9 de enero de Juliaca – Puno, Raúl Santillán; la activista de derechos humanos, corresponsable del Colectivo 14N y familiar de Inti Sotelo, Killa Sotelo; y la defensora de derechos humanos y familiar de una víctima del caso Cantuta, Gisela Ortiz.
Los coordinadores del evento solucionaron rápidamente el percance y presentaron el documento en el Hotel José Antonio Deluxe.
El Búho.pe conversó sobre esta extraña censura al LUM con la excongresista Rocía Silva Santisteban, quien también tiene una reconocida trayectoria en la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, además de ser escritora y feminista.
¿Cómo podemos llamar a esta sospechosa clausura al LUM? ¿Sabotaje, censura, silenciamiento?
Sin duda alguna es una censura que está hilvanada con una propuesta política de callar la Memoria.
Esta ‘propuesta’ política es construir una ‘Memoria’ adecuada para la derecha y las ultraderechas, que reivindique a los héroes del Conflicto Armado Interno que serían para ellos los soldados y la Policía, planteando que existen malos y buenos en una dicotomía absurda e infantil.
Que los malos, por supuesto, eran los terroristas, y los ‘buenos’ las Fuerzas Armadas y la Policía… esta manera de entender las cosas es sumamente negativa porque, por ejemplo, en el LUM se puede ver en una de las primeras salas que en la selva central los asháninkas se organizaron en rondas campesinas y pudieron combatir a Sendero Luminoso. Después entró el Ejército y lo que sucedió es que este último también violó los Derechos Humanos. No reconocieron que los asháninkas detuvieron a SL.
El Lugar de la Memoria también reconoce que el Conflicto Armado Interno se inicia por acciones de los grupos subversivos, tanto de Sendero Luminoso como del MRTA, Porque ellos querían desestabilizar al Estado: ponían bombas, secuestraban, mataban… Sí, así se inicia.
Lamentablemente las formas de controlar a esa subversión no fueron las más adecuadas porque lo que planteó fue una guerra interna, una guerra que limitó a algunos sectores como Ayacucho, HuancavelÍca, Abancay, ciertos sectores de Puno y Cusco.
Sobre estos sectores sucedió una gran violación de los derechos humanos de la población porque SL se escondía en la población. Para los soldados que iban de Lima o de la costa, que no sabían quechua, no conocían lo que pensaba el otro, todos eran sospechosos y tenían el gatillo fácil. Esa es la verdad. Eso es lo que de alguna manera recoge el LUM.
Por otro lado, el LUM recoge también el gran esfuerzo del GEIN para detener a Abimael Guzmán y de otros grupos de las FFAA que actuaron de manera correcta. No nos olvidemos que en 1984, que fue un pico de muertes en Ayacucho, entró el general Huaman Centeno que era quechuahablante y propuso una manera diferente de entender las cosas porque comprendía a la población y comprendía que la población en general no era terrorista.
Todas esas profundidades, por supuesto, personas como Rafaél López Aliaga ignoran eso y no quieren saberlo ni conocerlo. Tienen una sola forma de entender el mundo y quieren imponer esa forma de entender el mundo y que todo el resto debe ser silenciado
Ante eso, la sociedad civil y organizada, los intelectuales, los jóvenes, los periodistas y los que aman este país deben levantar la voz porque, sino, el fachismo nos va a acorralar.
Se está dando un patrón, más que curioso, deberíamos decir: “oscurantista”. Hay varías gestiones municipales, específicamente de partidos de ultraderecha como Renovación Popular, en los que se clausuran museos, oficinas del Instituto Peruano de Paternidad Responsable (Inppares), el borrado de murales que homenajean a defensores de derechos humanos, etc. ¿Cuáles cree que serán los proximos ataques simbólicos a la diversidad, a la Memoria, a los Derechos Humanos y cómo pueden los ciudadanos proteger estos lugares y espacios de reconciliación y concientización colectiva?
Indudablemente el próximo ataque va a ser al ‘Ojo que llora’, que está en Jesus María, municipalidad en manos de Renovación ‘Medieval’
Debe haber una manera de apoyar a esta institución que es ‘El ojo que llora’. No solo es un espacio de Memoria, sino también es una obra de arte donada por Lika Mutal que ya falleció.
Sería bochornoso que se saque este monumento porque ya Rafaél López Aliaga dijo que ‘no haya ojos que lloran y que hay que poner una estatua a las FFAA y a la Policía’.
Esa es la lectura de ellos. Es una lectura totalmente fachista y populista. No olvidemos que quiso juntarse con Antauro Humala. Siempre está hablando de las ‘ollitas’ comunes, así en diminutivo.
Siempre está tratando de hacer ese populismo facho que lo propone como una persona que estuviera haciendo la misericordia desde su perspectiva religiosa miserabilista como lo plantea el Opus Dei.
Entonces lo que tenemos que ver es de qué manera la sociedad organizada seguimos defendiendo el Estado Laico, y en segundo lugar, las instituciones de Memoria que han costado tanto trabajo y tantas lágrimas a las viudas, a las huérfanas y huérfanos de quienes murieron en el conflicto armado interno.
Tampoco que no nos vengan con mentiras y fake news de que las piedras que están en el Ojo que llora no están recogidas las personas que murieron a manos de SL y el MRTA.
Tenemos que hacer defensa, tenemos que hacer un frente contra el fachismo y no solo en Lima, sino en el sur andino como Arequipa.
Rafaél López Aliaga antes se ha manifestado en contra del LUM, incluso no ha reparado en exigir que sean las Fuerzas Armadas quienes administren este espacio de reconciliación. ¿Qué opina sobre esas declaraciones?
Hay una avanzada de la derecha que se siente sumamente fortalecida por haber ganado la alcaldía de Lima y una serie de municipalidades, lo cual demuestra una vez más que Lima está en contra del Perú a nivel político, porque ya vemos que el Perú optó por una opción electoral y Lima por lo contrario […]
Un asunto que debemos considerar es que se deberían multiplicar más lugares de Memoria en todo el Perú. Hay un Lugar de la Memoria que está en Junín, “Yalpana Wasi Wiñay Yalpanapa”, que lo hizo Vladimir Cerrón cuando era gobernador, y la verdad que este LUM es muy bueno.
Yo estoy muy en contra de Cerrón, pero tengo que reconocer que ese trabajo lo hizo muy bien, tuvo la voluntad política de hacerlo. Su padre que fue un integrante destacado de la Universidad del Centro fue asesinado no sabemos si por los militares o por SL.
Cerrón contrató personas muy profesionales para hacerlo. Este sitio en Junín tiene una museografía muy buena, el espacio es excelente y hay que conservarlo porque es un gran esfuerzo desde el Gobierno Regional de Junín.
Así también, en Ayacucho, las madres de ANFASEP están fomentando que “La Ollada” pueda constituirse como un espacio de Memoria.
Este terreno queda a un costado del cuartel de Los Cabitos, donde se encontraron fosas comunes y hasta un horno donde se incineraban restos humanos. Las madres de ANFASEP han logrado comprar ese terreno y un equipo de arquitectos ha donado una propuesta arquitectónica. Ahora están viendo construir este espacio de Memoria.
Hay iniciativas públicas, regionales, privadas, de la sociedad civil. Múltiples iniciativas y cada una hecha como quieren. Por ejemplo, yo he estado en Chungui en el VRAEM en las alturas de Ayacucho. Ahí el LUM está en la plaza. Ellos querían una Virgen, y está ahí la Virgen, en un espacio de Memoria.
En la parte debajo de la Virgen están los comités de autodefensa, están representados los huérfanos, la flora y fauna del lugar. Ellos querían eso y se hizo así, como lo querían los habitantes del lugar, no como lo quisiera alguien que se sintiera un iluminado. Eso es lo fundamental de los espacios de Memoria, que son iniciativas locales.
El Informe de Amnistía Internacional no solo se refiere al uso letal de la fuerza contra los civiles en las manifestaciones después de la destitución de Pedro Castillo. Menciona cifras sobre los defensores ambientales y de comunidades, los ataques a la educación con enfoque de género y equidad, el acceso a la salud sexual y reproductiva, los derechos de la comunidad LGTB y el caso Inti y Bryan que quedó archivado en el Congreso. Todos retrocesos en términos de derechos. ¿Qué otras alternativas de resistencia le queda a la ciudadanía?
En efecto, el Informe de Amnistía Internacional dice cosas muy importantes y sobre ello mi colega José de Echave me hizo reflexionar un punto muy importante.
El Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, en números aproximados, sostiene que el 80 % de las cerca de 69 780 víctimas del conflicto armado interno, eran personas quechuahablantes o que hablaban otro idioma. Entonces, este 80% eran personas indígenas.
El informe de Amnistía Internacional señala que de los muertos de estos últimos tres meses de este gobierno de Dina Boluarte, que ya no es demorático, casi el 90 % de estas víctimas son personas de la sierra sur o son personas que hablan quechua o aymara u otro idioma.
Es decir, entre el Informe de la CVR publicado hace 20 años y el Informe sobre Derechos Humanos 2022-2023 de Amnistía Internacional, pareciera que no hubiera pasado tiempo alguno.
Pareciera que no hubiera nada. Pareciera que el Estado no hubiera hecho nada para evitar el racismo de las Fuerzas Armadas y policiales que tienen el gatillo fácil contra los indígenas.
Eso es atroz y horroroso. Es una vergüenza para este país. Es increible que este Estado, esta presidenta del Perú y el presidente del Consejo de Ministros se hagan los tercios como si no pasara nada en el Perú. Es una vergüenza internacional que los muertos del sur andino no valgan nada.
Sobre esta pregunta y sobre los retrocesos, sí, por supuesto que estamos retrocediendo no solo en el tema de género, de la tenencia compartida , etc… sino también en el uso de la fuerza. Se ha dado ya una propuesta de ley para aumentar el uso de la fuerza de policías y militares en tiempos y zonas de emergencia.
Cada vez que hay un conflicto social en un espacio minero se produce una zona de emergencia, por años de años, como en el corredor minero o en Tía María. Hay una situación tremenda sobre el tema del racismo profundo en el Perú. Importa que el presidente del Consejo de Ministros, que es de Ancash, sea absolutamente indolente ante los muertos del sur andino.
Usted ejerció ad interim como presidenta del Congreso tras la renuncia de la Mesa Directiva, en noviembre de 2020. En la experiencia de ese cargo, ¿qué alcances nos puede compartir sobre la actual gestión del titular del Congreso José Williams?
Ejercí ese cargo de una manera efímera y obviamente no es fácil. Yo estuve bastante cerca cuando Mirtha Vasquez fue presidenta del Congreso y vivió innumerables ataques. Se cuestionó a la mesa directiva, presentaron varias censuras, y yo tenía que volver a subir(al cargo de presidenta) para manejar esos temas.
La presidencia del Congreso es un cargo que me parece que no está muy ordenado. Es extraño porque —el actual titular— siendo exmilitar, esa mesa debería ser más organizada. La siento con poco manejo del pleno. Todo el mundo grita y eso no se puede permitir.
La vez pasada hubo dos personas que se descompensaron y tenían que llamar a una ambulancia para llevar a emergencia a uno de los congresistas: y el pleno siguió funcionando.
Eso no puede darse, hay que ser un poco más sensible, no se puede ser indolente. ‘Que se muera un compañero que no importe y seguimos sesionando, porque queremos apoyar a uno para que no vaya a ética’. […] A mí, me parece que la mesa directiva está mal manejada.