El coordinador de las Fiscalías de Lavado de Activos, así como del equipo especial Lava Jato, el fiscal superior Rafael Vela Barba, responde a preguntas sobre quiénes son los que promueven denuncias y campañas de odio en su contra. Vela cree que los promotores serían personas investigadas o acusadas en los casos que están en curso.

― ¿Por qué la Autoridad Nacional de Control (ANC) le ha iniciado una investigación?

― A raíz de la llegada del extraditado Alejandro Toledo, en mi condición de vocero y coordinador del equipo especial Lava Jato, formulé unas declaraciones sobre cómo se desarrollarían los procesos que tenía pendiente. Por supuesto, respondiendo al periodismo en términos de la actividad procesal que llevaría a cabo el fiscal provincial José Domingo Pérez.

― ¿Exactamente qué dijo en aquella oportunidad referente a Toledo?

Teníamos el deber de informar ante un hecho sumamente trascendente, como era la llegada del expresidente Toledo, extraditado de los Estados Unidos. La población necesitaba estar informada sobre lo que iba a enfrentar Toledo dentro de los procesos en general. Se le ha extraditado solo por el caso Interoceánica, pero el expresidente tiene otras investigaciones en curso, como el caso de Ecoteva.

― Entonces, ¿cuál es el tenor de la investigación en su contra?

― Es incierto, porque en un primer momento se inició por un cargo que supuestamente habría revelado información de los procesos relacionados con el expresidente Toledo.

― Pero, según sus declaraciones, no hay nada que pueda considerarse como información reservada.

― En absurdo, porque si no también le hubieran abierto investigación al doctor Alfredo Rebaza, quien dio las mismas declaraciones que yo di, esencialmente.

― ¿Cuántas investigaciones están en curso en su contra y qué se busca?

― Son dos. Uno por el caso de la extradición de Alejandro Toledo y la otra que extrañamente se ha reactivado por hechos que se vinculan al año 2020, respecto a Keiko Fujimori y la prisión preventiva, donde yo tuve que representar al Ministerio Público en segunda instancia. Ese caso ha sido reactivado y ha sido además tipificado como una conducta muy grave. La sanción que corresponde dentro de la ley de la carrera fiscal a la inconducta funcional muy grave es la destitución e incluso la suspensión.

― ¿Cuál sería la finalidad?

― Si un operador de justicia es suspendido en sus funciones, tiene que ser reemplazo por otro obligatoriamente. Esto implica una intromisión, o una alteración de la garantía de la inmovilidad de los cargos y la seguridad jurídica, que permiten que las personas que están investigando culminen con todos los procedimientos que se tienen que llevar a cabo. Y estos están vinculados esencialmente a mi condición de coordinador. Yo soy el vocero y el articulador de un grupo de fiscales. Lo que buscan es atacar a quien lidera a estos fiscales para así afectar la autonomía fiscal.

― ¿Conoce a Víctor García Navarro, la persona que lo denunció por lavado de activos?

― No sé quién es y tampoco lo conozco, pero a través de un reportaje se trata de una persona dedicada a actividades de construcción y pintado. Tengo entendido que esta persona ha manifestado que no sabe nada de ninguna denuncia que habría interpuesto contra mí. Esto es una maniobra de suplantación y una estrategia desde mi punto de vista. El objetivo central que se busca es que sea removido de la posición que ocupo tanto en la coordinación de Lavado de Activos como también en el equipo especial Lava Jato.

― ¿Cuál sería el propósito de dicha remoción?

― Porque, evidentemente, dentro de la estrategia que puedan tener múltiples personas, el denominador común de estas es que en su momento fueron investigadas o acusadas. Está claro que pueden instrumentalizar también los propios órganos internos de la institución. Y eso es lo que yo estoy sufriendo por un acoso permanente de la Autoridad de Control con los procesos disciplinarios.

― ¿Quiénes están o estarían detrás de estas campañas de desprestigio en su contra?

― Mire, lo que puedo decir es que en la coordinación de Lavado de Activos y en la coordinación del equipo especial Lava Jato hay personajes de muy alto perfil. En Lavado de Activos tenemos una relación directa en el proceso con la señora Dina Boluarte y Vladimir Cerrón por la recepción de dinero proveniente de la organización criminal ‘Los Dinámicos del Centro’. También está el caso de Joaquín Ramírez, así como de la azucarera Andahuasi relacionado con los empresarios Wong, dueños de Willax, así como los Panamá Papers, entre otros. Como en el caso Lava Jato, donde están implicados Alejandro Toledo, Pedro Pablo Kuczynski, Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia, Susana Villarán, Martín Vizcarra y Keiko Fujimori, que está a un paso de iniciarse el juicio oral y contradictorio.

― ¿Hay otros fiscales investigados por la ANC por dar declaraciones a la prensa?

― Yo soy el único coordinador que tiene una investigación por cumplir con su deber. Y no es que estoy reclamando que el resto debe ser investigado, todo lo contrario. Creo que ningún coordinador debe ser investigado por cumplir con su tarea y con su deber, porque es parte de los encargos que la propia Fiscalía de la Nación nos determina.

― ¿Cómo describiría su relación con la fiscal de la Nación, Patricia Benavides?

― Tengo una relación de subordinación con la fiscal de la Nación. Si bien es cierto, soy fiscal superior titular autónomo, tengo un cargo que depende exclusivamente de la fiscal de la Nación. No he recibido ningún tipo de cuestionamiento a la confianza de parte de la fiscal Benavides. Existen sí hechos objetivos que se producen dentro de las circunstancias del desarrollo de mi trabajo. Posiblemente soy un coordinador que está permanentemente atacado por la naturaleza y por el alto perfil de las investigaciones que tengo a mi cargo de manera directa e indirecta. De hecho, eso es algo que es plausible de que existan estos tipos de campañas de descrédito, de odio y violencia. En ese contexto he informado a la fiscal de la Nación y no he recibido ninguna clase de cuestionamiento y no he recibido tampoco ningún nivel de instrucción distinta a lo que corresponde a mis deberes.