En el programa ‘Al Filo’ de La Mula TV, el antropólogo Gamarra dijo que podría resumir la percepción de la ciudadanía en Ayacucho en que “entre la población se percibe un agotamiento de las esperanzas”.
“Y esto es porque se imaginaba un gobierno mucho más afín, un Pedro Castillo afín a lo que son los sentimientos, las aspiraciones locales y regionales, pero ese agotamiento significa que ya la gente ha perdido la paciencia. Ahora, ¿cómo van a reaccionar? Habrá que esperar cómo va a reaccionar la gente de acá al primer año de gobierno“, dijo Gamarra.
En entrevista con Javier Torres, Gamarra recordó que, durante la campaña electoral, Castillo se apoyó en los maestros y en los cocaleros como base social.
“Castillo se apoyó en los maestros, eran esa base social que él esperaba y que él utilizó para adquirir, tener la importancia y lograr el apoyo en la población de las regiones”, dijo.
“El otro grupo también importante era el de los cocaleros, por eso es que el trabajo que han hecho algunos congresistas y ministros ha estado centrado en los cocaleros y en la población que está ligada a la actividad educativa. El resto de la población, digamos, pueden haber mostrado un interés, una esperanza, pero eso, simplemente se ha agotado, se está agotando y la base de los maestros y de los cocaleros, todavía no está asegurada. Esa base social no está segura, sirvió para el proceso electoral, pero ahí no más”, señaló.
Sobre los cocaleros, Gamarra agregó que se está viendo “una preocupación por apoyar el movimiento cocalero en el VRAEM para reforzar esa base y poder contar con fuerzas de apoyo sociales para lo que va a venir más adelante, pero hay un factor que también hay que tomar en cuenta: la población”.
“Si tenemos líderes que hacen gobierno en representaciones congresales, representaciones del gobierno, que finalmente han dejado la política de lado, ¿cómo podemos esperar de la población que tiene que actuar en apoyo de tal o cual, decisiones absolutamente basadas en la política? Creo que estamos regionalmente viendo el fin de lo que es la política que conocemos hasta el momento, cómo el intercambio, la relación de intereses sobre el poder, de manera diversa, la diversidad de opiniones políticas, todo eso se hace sobre un juego establecido con pautas, con reglas de lo que es la política, y eso es finalmente la democracia”, explicó Gamarra.
“Pero eso está desapareciendo y se nota la región de Ayacucho, entonces buscar tener una base social, pero que respondan a intereses, a representaciones políticas establecidas, claras, etc, eso no lo tenemos en este momento”, agregó.
En La Mula TV, el antropólogo Gamarra dijo que no se puede culpar a los políticos de regiones de la actual crisis política en el país.
“La pita se rompe por el lado más débil. No es esa cuestión de simplemente echar la culpa a las regiones, pero la crisis institucional y el estado que estamos presenciando en este momento, se inició por los lados más débiles, por los espacios más dejados de lado, más abandonados o dejados de lado por el Estado central”, dijo.
“La primera pregunta que me hago al respecto, ¿hasta qué punto existe en el Perú de hoy una clase política como tal? Una clase política capaz de establecer consensos de generar representaciones políticas. Creo que la política en el Perú se está dejando, es algo que está dejándose de lado y se está sustituyendo con formas de control de administración del poder que dejan de ser política si adquieren dimensiones de empresas legales, ilegales, corrupción; entonces, digamos, no le echemos la culpa a los políticos regionales, sino que más bien fijémonos como es que los primeros síntomas de la crisis institucional se viven en los espacios locales y regionales debido a que el Estado no supo, no logró articular, no generó una presencia efectiva en esos espacios regionales y eso es lo que estamos viviendo”, señaló Gamarra.
Respecto a cómo ve la población de Ayacucho al Congreso, Gamarra criticó que los parlamentarios no tengan una visión de país.
“Yo creo que la visión de país no es atributo de los congresistas, en este caso de los congresistas ayacuchanos. No hay una visión de país. Y eso que podría tener una visión de país y hay algo mucho más importante, no necesariamente encontramos en la representación ayacuchana una visión de la región, ese es el otro problema. Entonces, esa ausencia de visión de país de la región ha sido sustituida con visiones cortoplacistas o actos para la prensa, para que la población lo vea en la tv, ofrecer el ingreso gratuito a las universidades”, dijo.
Sobre esta última propuesta sobre el ingreso libre y gratuito a las universidades públicas, Gamarra dijo que esta era inviable.
“Yo soy profesor de la universidad y no puede haber ingreso libre porque eso simplemente no es posible, tiene que ser un proceso de selección. Pero fácilmente se ofrece ingreso libre a las universidades, cosas efectistas, pero que simplemente están lejos de responder a una visión regional”, agregó.
Acerca de la presidenta del Congreso, Gamarra señaló que se tiene “la mirada que tiene cualquier persona de las provincias, que ve a una señora que trata a una alcaldesa de Ocoña como cualquier cosa, como que estableciendo la distancia entre la señorona y una subalterna”.
“Eso obviamente genera una reacción, de cólera, así como la expresión de esta congresista Chirinos, burlándose delante de un horno de pan en Ayacucho y comparando eso con un horno crematorio de cadáveres. Eso genera una imagen de Congreso que explica por qué la impopularidad del Congreso alcanza cifras muy altas de más del 60% de desaprobación”, dijo.
Por último, ante la cercanía de las elecciones regionales y municipales, Gamarra señaló que “el problema es que para la población agotada al borde, en un estado de ansiedad, ya eso no tiene mucho sentido”.
En ese sentido, el antropólogo advirtió que el descrédito es peligroso y esto es algo que no se está tomando en cuenta.
“Yo creo que la población no es muy optimista respecto a quién se va a presentar a unas elecciones, entonces ahí también está la cuestión de unos candidatos que ofrecen el moro y el moro, sino que tratan de quizás usar eso que se conoce como la política del taper, que es lo que voy a distribuir y ver cómo se puede establecer una red de votantes, que puedan asegurar la elección de tal o cual candidato. Entonces, ya no se busca convencer con un programa concreto al votante, sino convencerlo a través de la formación de pequeñas redes de votantes porque está mi primo, porque está el conocido tal o porque voy a tener la oportunidad de conseguir chamba en el gobierno local o en alguna gerencia del gobierno regional. A ese extremo estamos llegando en los procesos electorales y ese es un momento, entonces, para trabajar el tema de qué cosa debe ser un proceso electoral a nivel local, a nivel regional en el Perú, y obviamente a nivel nacional”, finalizó Gamarra.