El general del Ejército David Ojeda Parra ha sido sindicado de intentar direccionar un proceso de adquisición de camiones blindados por medio de su injerencia, en un concurso marcado por “anomalías” según la Contraloría
Un informe de la Contraloría General de la República advirtió de un proceso anómalo de adquisición de carros blindados en el que investigaciones revelan que el principal interesado sería el recientemente nombrado Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, David Ojeda Parra. La entidad revisora señaló que el principal organismo involucrado en la elección de la empresa para la compra de estos vehículos “no ejerció su labor de manera clara”.
El informe de dicha institución fue inicialmente reportado por el periodista Ángel Páez, quien advirtió una serie de irregularidades respecto al proceso que la Comisión de Estudio Técnico Operacional del Ejército (CETO) había desplegado para la adquisición de 30 unidades de vehículos blindados ARMA, para la que la empresa turca Otokar postuló en su momento.
No obstante, una serie de informes elaborados por el hombre de prensa detallaron que David Ojeda Parra había “enviado la documentación de la CETO pidiendo la compra del modelo turco de Otokar” a la Agencia de Compras de las Fuerzas Armadas (ACFFAA); la misma que dispuso inicialmente “rechazar la propuesta porque superaba el presupuesto asignado de $60,000″ además de presentar “anomalías en el proceso de selección”.
Los cuestionamientos en los procesos de contratación
Según la ACFFAA, el expediente inicial en el que el Jefe del Comando Conjunto solicitó la contratación, fue devuelto “pues encontró que varias empresas se habían quejado porque nunca recibieron respuestas a los cuestionamientos que hicieron al proceso”, e incluso en palabras de Páez “los competidores notaron que la CETO del Ejército estaba orientando la selección del modelo de blindado a favor de la oferta de la turca Otokar”.
Dicha precisión fue refrendada por el informe del Órgano de Control Institucional del Ejército adscrito a la Contraloría el cual detalló que “la CETO no habría evaluado de forma clara la propuesta de la empresa que ocupó el primer lugar de prelación (Otokar); referente a los límites máximos permisibles de emisiones atmosféricas y garantía técnica y/o comercial, las mismas que difieren de los requerimientos técnicos mínimos solicitados (…), (por lo que) no debió ser admitida”.
Como si este hecho no fuera suficiente, este intento de contratación superó el presupuesto que el Ministerio de Defensa había dispuesto para el Ejército. En un inicio, se contempló que el monto máximo a gastar para la adquisición de estos vehículos era de US$60 000 000; sin embargo, la adquisición final de estos 30 blindados terminaría por suponer al Estado peruano un total de US$64 625 605.
La implicancia del Jefe del Comando Conjunto FFAA en el caso
Según la investigación de Páez, la responsabilidad directa de esta licitación cuestionada ahora ratificada con los documentos de la Contraloría recaería en el General de División del Ejército, David Ojeda Parra, quien habría presionado a la ACFFAA “para que procediera a la compra de los blindados”.
En sus informes, detalló que el 17 de marzo del 2023 el mismo Ojeda nombró a los integrantes de la Comisión de Estudio Técnico Operacional del Ejército. Dejó en la presidencia de dicho organismo a Julio Ruiz Juárez, a fin de que este dispusiera la elección del modelo; quien finalmente se decantó por la empresa que Ojeda Parra solicitó atender.
Finalmente, la irregularidad quedó registrada por la Contraloría solo recomendó al Comandante General del Ejército que “adopte las acciones que corresponden en el ámbito de sus competencias a fin de atender o superar el hecho como indicio de irregularidad y, de ser el caso, disponer el deslinde de responsabilidades que corresponde”.
¿Qué comprenden los vehículos que eran del interés de Ojeda Parra?
El vehículo ARMA 8×8 de Otokar se caracteriza por su diseño modular y su adaptabilidad para diversas operaciones militares, tales como el traslado de tropas y las operaciones de combate de infantería. Presenta una estructura monocasco que le confiere la capacidad de flotación, desplazándose hasta 9 km/h en medios acuáticos. Su envergadura de 8x3x2.45 metros le permite transportar hasta 40 toneladas, incluyendo diez fusiles y dos operadores.
Posee un propulsor de 720 HP, que le permite alcanzar velocidades de hasta 100 km/h y superar terrenos complejos. Está dotado de tecnología de punta, proporcionando un entorno confortable para sus ocupantes y puede ser equipado con un amplio rango de armamento, desde armas portátiles hasta cañones de 120 mm, convirtiéndolo en una solución móvil y eficiente para la defensa.
Fuente: Infobae