Un 2 de abril de 1982, se desataba un conflicto entre Argentina y Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas, en la cual Perú fue un aliado importante para los argentinos. Conoce la historia.
Hace 40 años iniciaba un conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido. ¿La razón? La soberanía sobre las Islas Malvinas, ubicadas en el Atlántico Sur. El tiempo pasó y el mundo parece no haber cambiado mucho, pues hoy por hoy, se vive también otro intenso conflicto bélico, pero en otras tierras y por otros motivos.
Sin embargo, vamos a centrarnos en lo ocurrido en aquello meses de 1982 en tierras argentinas, pues en este conflicto contra los europeos, Perú tuvo una participación importante y un papel histórico que creó una fraternidad en muchos asepctos entre ambos países.
El conflicto estalló, como ya mencionamos, un 2 de abril de 1982. Argentina pasaba por un momento de crisis económica en medio de una decadencia política notable, existía una oposición grande al régimen motivado por las violaciones a los derechos humanos desde mediados de la década de 1970.
Sin embargo, en una serie de idas y venidas, el gobierno argentino puso en marcha el Plan Rosario, que tenía el objetivo de reconquistar las Islas Malvinas, archipiélago bajo control del Reino Unido desde su ocupación en 1833.
En medio del conflicto, Argentina buscaba aliados entre los países de la región, Entre 1976 y 1981, había mantenido pleitos con Brasil y Paraguay; casi llegó a la guerra con Chile en 1978; había interrumpido el proceso democrático de Bolivia; estaba perjudicando a Nicaragua apoyando a los contras desde Honduras; carecía virtualmente de relaciones con Cuba; mantenía el problema de los asilados con México; y veía a Uruguay con desconfianza tras la invasión de las Malvinas. Los únicos aliados de Argentina eran Perú, Venezuela y Panamá.
Perú, el gran aliado
Tras un mes de guerra en las Islas Malvinas, emisarios argentinos llegaron a Lima a pedirla al presidente de ese entonces, Fernando Belaúnde Terry, ayuda para lidiar con el conflicto armado ante los ingleses. La ayuda peruana no se hizo esperar y en gran medida, fue determinante.
“Mandaron armamentos y aviones, traídos por pilotos peruanos que hasta se ofrecieron a ir a la guerra, aunque Argentina no quiso. También vinieron técnicos peruanos a capacitar a los soldados argentinos para usar armas que excedían nuestra tecnología”, indicó Hernán Dobry, historiador y periodista especializado en el asunto, al diario Olé.
Enviar embarcaciones era un despropósito, pues tendrían que rodear la costa de Chile, aliada de Reino Unido durante el conflicto.
Perú no se limitó a enviar ayuda directa para el conflicto, sino que fue intermediario en medio de una transacción de compra de equipamiento de guerra a Israel, firmando órdenes de compra y certificados de destino final en blanco.
Israel no quería vender directamente a Argentina armamento bélico, pues la presión política de Reino Unido hubiera sido inmediata, por lo cual se hizo una triangulación. “Fue una locura lo que hizo Perú. Nadie hace eso, poner el nombre de tu país para beneficio de otro en una guerra”, señaló el historiador.
“Eso no fue todo: los armamentos adquiridos a Israel fueron traídos por aviones de la Fuerza Aérea peruana. Y varios aviones que compró Argentina fueron pintados con las insignias peruanas para evitar que se descubriera la triangulación”, agregó Dobry.
Se recuerda además el envío de los 10 aviones Mirage, a las cuales se le quitaron las banderas peruanas y se pusieron las argentinas en su lugar, algo peligroso pues podrían haber sido detectados por radares chilenos, pero llegaron en una ruta encubierta.
Perú ayudó con todo lo que pudo, a excepción de las aeronaves Sukhói; las cuales solo tenía Perú en la región, por lo que, de ser entregadas, se conocerían su origen.
“También les enviamos misiles tierra-tierra y tierra-aire. Además de tanques de combustible para los Mirage, para que estos tengan una mayor autonomía de vuelo en sus incursiones a las Malvinas”, relató Belaunde a El Comercio.
Según el mismo Belaunde, Argentina solo realizó un pago simbólico por los Mirage enviados para hacer frente a Reino Unido en Las Malvinas.
La traición
Una década después, un nuevo conflicto nació en la región, entre Perú y Ecuador en la denominada Guerra del Cenepa, llevada a cabo en el lado oriental de la cordillera del Cóndor, en la cuenca del río Cenepa, de ahí el nombre.
El presidente argentino en aquel 1995 pasado, Carlos Menem, quien además fue garante del Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro, permitió que varias toneladas de armamento fueran vendidas a los países de Ecuador y Croacia, otro país que estaba en guerra.
El garante de la paz Argentina le vendió a Ecuador 75 toneladas de armas y municiones valorizadas en 33 millones de dólares.
El periodista argentino Hernán Dobry recuerda que, tras estallar el caso, el vendedor de armas Israel Lotersztain, de Isrex, empresa que participó en la triangulación de armas entre Argentina, Perú e Israel durante la guerra de las Malvinas, fue al Estado Mayor argentino a increparles a los militares por su actitud.
Sostiene que Lotersztain le gritó a un oficial lo siguiente: “Tú estabas en la guerra, sabes muy bien lo que los peruanos hicieron, ¿cómo le vas a vender armas al enemigo de ellos? Su ayuda es algo que les tendrías que agradecer durante toda tu vida”.
“Así les pagamos, les dimos una señal de desagradecimiento”, sentencia Dobry.