La ola de calor que afecta en gran parte de EE.UU. pone a prueba, una vez más, la resistencia de los bolsillos de millones de estadounidenses, que, en muchos casos, deberán pasar la temporada lejos del aire acondicionado
La ola de calor que se siente en varios estados afecta a por lo menos 100 millones de estadounidenses, pero no todos podrán accionar el aire acondicionado para refrescarse debido a los altos costos de la energía.
La inflación y la escalada de precios de los energéticos también están jugando un rol decisivo en los hábitos de consumo de los estadounidenses, que están haciendo malabares para sortear los altos costos de los productos y servicios básicos.
Una de las decisiones que tomarán este verano será dejar apagado el aire acondicionado, a pesar de las alertas de calor y los termómetros con temperaturas cercanas a los 100 grados Fahrenheit.
Y es que reducir el uso del aire acondicionado es una manera con la que millones de familias en todo el país buscan controlar el costo de la factura por el consumo de energía eléctrica.
El reto no es menor, pues de acuerdo con la Asociación Nacional de Directores de Asistencia Energética, se espera que el costo de las facturas de electricidad aumente hasta 20% para los estadounidenses en este verano.
Más calor: facturas más caras
Lo anterior significa que el valor promedio de la factura de electricidad para los hogares estadounidenses será de $540 dólares, de acuerdo con un reporte de CNN.
Pero, incluso con el aire acondicionado apagado, las familias verán como el costo de la factura de energía eléctrica se incrementará durante el verano, debido al aumento de los precios de la electricidad residencial.
El movimiento alcista en el cobro de este servicio está relacionado con incrementos en los precios internacionales del gas natural, el cual se usa para producir energía eléctrica, de acuerdo con la Administración de Información de Energía.
Los precios de este energético tuvieron un ajuste notorio a partir de la caída de la producción durante los meses de pandemia y, desde en febrero pasado, tras la invasión militar de Rusia en Ucrania.
Hay pocas ayudas para los consumidores
A diferencia de lo que ocurre durante la temporada de frío, durante los meses de calor, las ayudas federales para las familias con problemas para pagar las facturas escasean.
Sin embargo, el calor se cobra la vida de alrededor de 700 personas en Estados Unidos cada año, de acuerdo con reportes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Entre las pocas ayudas disponibles existe el Programa Federal de Asistencia de Energía para Hogares de Bajos Ingresos, que está disponible únicamente en 34 estados del país y en el Distrito de Columbia.
Este programa cuenta con $4,500 millones de dólares para este año, que son parte del Plan de Rescate Estadounidense autorizado por el Congreso, los cuales se sumaron a los $3,800 millones con los que fue financiado en el presupuesto para el año fiscal en curso.