Con una situación bilateral que podría escalar, cientos de migrantes se encuentran en el limbo fronterizo esperando seguir su camino. Experto de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Daniel Rejas, cuenta detalles de lo que se vive entre Tacna y Arica
Como consecuencia del endurecimiento de los controles migratorios en Chile, miles de extranjeros han empezado a buscar la manera de volver a sus países. Esto ha llevado que en las últimas dos semanas cientos de migrantes se encuentren varados en la frontera con Perú. Al punto que el Ejecutivo declaró este martes en emergencia varias ciudades fronterizas.
Hasta ese lugar, conocido como la Línea de la Concordia, han llegado diferentes organizaciones internacionales para brindar apoyo a personas refugiadas y migrantes —principalmente venezolanos y haitianos— que en muchos casos se encuentran varadas sin alimentos, agua, alojamiento o asistencia sanitaria. Una de estas entidades es la Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC, por sus siglas en inglés).
Daniel Rejas Untiveros, jefe interino de la delegación de IFRC para los países andinos, le explica a Infobae que la asistencia humanitaria de la Cruz Roja a las personas refugiadas y migrantes en Sudamérica se intensificó a partir del 2018, ante la llegada creciente de población venezolana. “Desde entonces, prestamos servicios a lo largo de la ruta migratoria en países como Chile y Perú, pero también en Ecuador, Colombia, Centroamérica y México. Somos una red humanitaria global y eso nos permite acompañar a personas migrantes de distintas nacionalidades en comunidades de origen, tránsito y destino”.
En referencia a la situación en la frontera entre Chile y Perú, la asistencia de la Cruz Roja se enfoca en las necesidades de las personas migrantes y refugiadas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, como las mujeres, la niñez o las personas mayores o con discapacidad. Estas personas suelen sufrir las consecuencias de las temperaturas extremas y las precarias condiciones que enfrentan durante su ruta migratoria.
“Nos hemos encontrado con casos de menores con deshidratación severa y enfermedades respiratorias, con mujeres gestantes en riesgo y personas con enfermedades crónicas que requieren acceso a tratamiento. En la Cruz Roja les ofrecemos primeros auxilios, atención primaria en salud y acceso a medicamentos. Lo hacemos con apoyo de ACNUR, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, y en coordinación con entidades públicas”, señala el especialista en asistencia humanitaria.
Rejas Untiveros precisa que toda persona migrante que atraviese el territorio peruano puede también acceder a orientación y servicios vía WhatsApp (+51 953 746 543) a través de la línea de atención de la Cruz Roja. Allí puede programar citas gratuitas de atención médica y apoyo psicológico, recibir información sobre jornadas comunitarias de salud en su localidad y compartir su opinión, comentarios o quejas. Cada mes, este servicio atiende a 600 personas y agenda 360 consultas. En lo que va del año, la Cruz Roja ha prestado servicios a más de 6,000 personas migrantes o refugiadas en todo el país, incluyendo la frontera con Chile. Los otros puntos de atención están en Tumbes, Lima, Callao y Trujillo.
Un problema en aumento
En la medida en que aumenten los números y las necesidades, el problema humanitario en la frontera entre Perú y Chile en los últimos días podría agravarse, advirtió Acnur. La mayoría de migrantes haitianos, venezolanos, colombianos y de otras nacionalidades, tienen como única intención seguir camino a sus países.
En esa línea, el excanciller Miguel Ángel Rodríguez Mackay propuso crear un corredor humanitario. “Es realistamente la única posibilidad concreta. Deben ponerse de acuerdo inicialmente las cancillerías peruana y chilena y con ellas la de Ecuador, Colombia y Venezuela”, señaló a Infobae.
Fuente: Infobae