El presidente no ha confirmado si acepta o rechaza la dimisión de Ayala, un exjuez de 50 años. De aceptarla, sería el décimo ministro que pierde Castillo en poco más de 100 días en el poder.
Castillo removió hace cuatro días al comandante del Ejército, general José Vizcarra, y al jefe de la Fuerza Aérea, general Jorge Chaparro. Ambos afirmaron este lunes que sus salidas se debieron a roces con el ministro Ayala y con el secretario de Castillo, Bruno Pacheco, quienes les pidieron ascender irregularmente a oficiales afines al gobierno.
“Yo recibí unos pedidos […] a través del secretario Bruno Pacheco, a través del ministro de Defensa y del edecán del ministro de Defensa”, declaró Vizcarra a la emisora RPP.
“Le dije que de ninguna manera […], que se iba a respetar la meritocracia y los procedimientos que estaban establecidos en la ley de ascenso”, dijo Chaparro al diario El Comercio.
Tras las declaraciones de los comandantes removidos, varios legisladores opositores -incluidos unos militares retirados- anunciaron su propósito de interpelar a Ayala, lo que probablemente conduciría a que el ministro fuera censurado por la mayoría opositora del Congreso y derivando en su salida del cargo.
La semana pasada renunció el ministro del Interior, Luis Barranzuela, cuestionado por haber realizado una fiesta en su casa en Lima infringiendo una prohibición destinada a prevenir contagios de covid-19. Hace un mes Castillo había despedido a siete ministros, incluido el entonces jefe de gabinete, Guido Bellido, y en agosto había cambiado de canciller.
En lugar de Vizcarra asumió este lunes el general Walter Córdova, mientras que el general Alfonso Ardati sustituyó a Chaparro. Los dos jefes removidos habían sido designados por Castillo hace tres meses.
Castillo, en el poder desde el 28 de julio, derrotó por estrecho margen en un balotaje a la derechista Keiko Fujimori, lo que levantó temores en parte de los peruanos de un giro brusco hacia el socialismo tras décadas de políticas liberales.