Durante el segundo día del cónclave en la Capilla Sixtina, los 133 cardenales dieron a conocer su voluntad en las votaciones papales, eligiendo al religioso de origen estadounidense, Robert Francis Prevost, como el sucesor del fallecido Francisco.

La decisión fue anunciada por la Santa Sede a través de su popular fumata blanca, lo que desencadenó una ovación entre las personas que se encontraban esperando desde la mañana en la Plaza de San Pedro.

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De manera simultánea, el sumo pontífice manifestó su consentimiento ante la elección canónica e indicó que el nombre que utilizaría a partir de hoy en su administración, como líder de la comunidad católica, será León XIV, en honor a varias figuras importantes de la historia eclesiástica.

Unos instantes más tarde, Prevost se dirigió a la Sala de las Lágrimas para cambiar sus vestiduras y colocarse las prendas tradicionales de la máxima autoridad católica antes de realizar la bendición ante Roma y el mundo.

A sus 69 años, el recién electo León XIV, se convirtió en el papa número 267 en ocupar el trono de San Pedro. Además, será reconocido como el primer estadounidense en asumir el liderazgo de la Santa Sede.

Pese a que nació en Chicago el 14 de septiembre de 1955, es considerado un cardenal latinoamericano, ya que por 18 años se desempeñó como misionero en una congregación en Perú, donde adquirió la nacionalidad peruana.

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Sus abuelos maternos eran inmigrantes franco-españoles que estaban comprometidos con la Iglesia católica, una pasión que heredó su madre y luego él, por lo que durante su infancia y adolescencia estudió en el Seminario Menor de los Padres Agustinos.

Al culminar la escuela decidió hacer una licenciatura en Matemáticas en la Universidad de Villanova, Pennsylvania, pero a sus 22 años, su vocación lo llevó a ingresar al noviciado de la Orden de San Agustín de Saint Louis.

Años más tarde fue enviado a Roma para estudiar Derecho Canónico, donde no solo obtuvo su doctorado, sino que también fue llamado para servir como director de misiones de la institución en Illinois, Estados Unidos.

Con el paso del tiempo se estableció en Perú, como director de un proyecto de formación para aspirantes. Allí permaneció varios años y trabajó como párroco, profesor y juez eclesiástico, antes de ser nombrado obispo de Chiclayo.

En el año 2023, fue trasladado al Vaticano, donde el fallecido papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, que lideró desde entonces hasta su participación en el cónclave.

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