Si se mantienen las tendencias actuales, se estima que el número de personas con diabetes en la región alcanzará los 109 millones en 2040, señala la OPS.
Las tasas crecientes de obesidad, dietas deficientes y la falta de actividad física, entre otros factores, han contribuido a que el número de adultos que viven con diabetes en la región de las Américas se haya triplicado en los últimos 30 años.
La cifra está contenida en informe “El Panorama de la Diabetes en las Américas de la OPS”, publicado en el marco del Día Mundial de la Diabetes (14 de noviembre).
«Estas altas tasas de diabetes ponen de relevancia la necesidad urgente de que los países se centren en la prevención y la promoción de estilos de vida saludables», comentó el director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS, Anselm Hennis.
«Al mismo tiempo, señaló, es indispensable asegurar el diagnóstico temprano y la buena gestión de la enfermedad, fundamentales para controlar la diabetes y prevenir la discapacidad y la mala salud relacionadas con la diabetes».
El informe muestra que solo 12 países de la región disponen de las seis tecnologías básicas necesarias para la gestión de la diabetes en los centros de salud públicos.
Estas incluyen: los equipos para medir la glucosa en sangre, las pruebas para el diagnóstico temprano de las complicaciones y las tiras reactivas de orina para el análisis de glucosa y cetonas.
«Es fundamental que todo el mundo, en todas partes, tenga acceso a estas herramientas básicas de diagnóstico y gestión necesarias para prevenir las discapacidades relacionadas», añadió Hennis.
El informe también señala que las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir formas graves de COVID-19 y de morir, lo que pone de relieve la importancia de integrar la atención a la diabetes en los planes de preparación y respuesta a emergencias.
Para reducir la prevalencia de la enfermedad y permitir a los diabéticos llevar una vida más sana y evitar complicaciones, el informe pide a los países que:
Mejoren la capacidad para diagnosticar de manera temprana la diabetes y prevengan sus complicaciones;
Aumenten la disponibilidad y el acceso a una atención diabética de calidad, incluidos los medicamentos esenciales como la insulina, los dispositivos de monitorización de la glucosa y el apoyo a la autogestión;
Elaboren estrategias y políticas para promover un estilo de vida y nutrición saludable y así prevenir la obesidad;
Refuercen la vigilancia y el seguimiento para garantizar un buen control de la diabetes.
La diabetes en las Américas
La diabetes es una enfermedad metabólica crónica, caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre. La diabetes de tipo 2 es el tipo más común, que suele aparecer en los adultos cuando el organismo se vuelve resistente o no produce suficiente insulina.
La diabetes de tipo 1 se produce cuando el páncreas produce poca o ninguna insulina por sí mismo.
La diabetes es la sexta causa de mortalidad en las Américas y fue responsable de más de 284.000 muertes en el 2019.
También es la segunda causa de discapacidad en la región, solo precedida por la cardiopatía isquémica, y la principal causa de ceguera en personas de 40 a 74 años, de amputaciones de extremidades inferiores y de enfermedad renal crónica.
Además, la diabetes triplica el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, enfermedad renal o cáncer.
Aunque la diabetes de tipo 1 no puede prevenirse, sí puede controlarse.
Existen medidas para impedir la diabetes de tipo 2, como políticas y programas para promover la buena salud y la nutrición, el ejercicio regular, evitar el tabaco y controlar la presión arterial.