Como parte de la lucha frontal contra el narcotráfico, la Policía Nacional del Perú (PNP) capturó una avioneta de procedencia boliviana utilizada para transportar droga, que había sido abandonada en una pista de aterrizaje clandestina construida en el distrito de Curimaná, en la provincia de Padre Abad, región Ucayali.
Los efectivos policiales lograron obtener información sobre la ubicación de la nave gracias a las labores de inteligencia de la División de Investigaciones Especiales (Divinesp) y el Departamento de Investigaciones Especiales de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de Pucallpa.
Al notar la presencia de los agentes de la PNP, un grupo de personas armadas que custodiaba el vehículo aéreo, y que integraría una organización criminal dedicada al narcotráfico, escapó del lugar aprovechando la espesura de la selva, con la ayuda de dos embarcaciones con motores denominadas peque-peque.
Las fuerzas del orden tomaron el control de la zona y constataron que la avioneta modelo Cessna, de matrícula CP-1832, tenía averías en la hélice y el tren de aterrizaje delantero que no podían repararse. Debido a esto procedieron a destruirla.
Por acciones de inteligencia se supo que esta nave podría haber sido utilizada para recoger alrededor de 350 kilos de droga pertenecientes a una mafia de narcotraficantes que opera en la zona y que iba a ser trasladada al extranjero.
Esta intervención contó con el apoyo de efectivos de la División de Maniobra Contra el Tráfico Ilícito de Drogas y de la Dirección de Aviación Policial de Pucallpa; así como la participación del fiscal provincial de la Segunda Fiscalía Especializada en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas, Getulio Fausto Córdova Cuéllar.