El candidato ganador (no proclamado) de las elecciones municipales a la alcaldía de Lima, Rafael López Aliaga, no ocultó su postura opositora al presidente de la República, Pedro Castillo y en sus primeras declaraciones a la prensa pidió la renuncia del jefe de Estado a la vez que le recomendó asilarse en una embajada para abandonar el Perú, además de negar la posibilidad de tener un encuentro con el mandatario en Palacio de Gobierno.
Posteriormente, en un encuentro con un grupo de sus seguidores en su local de campaña, en Jesús María, López Aliaga sostuvo que el resultado favorable obtenido el domingo por su candidatura y su partido, Renovación Popular, “es el primer paso” para el logro de un objetivo.
“[…] la pelea es salir del burro ya, la pelea es salir de esa gente que está (sic) ese es el primer paso; la idea es (sic) recuperemos nuestro Perú para los peruanos, no para, digamos, gente que tiene ideales para hacer Cuba, Nicaragua o Venezuela. No, no, es un primer paso para recuperar la democracia en nuestro país”, señaló López Aliaga tras cuestionar el trabajo de la ONPE al llamarla “dudosa” y pedir a sus personeros que vigilen los votos de Renovación Popular para evitar, en su opinión, sorpresas.
En su intervención ante sus seguidores, el probable próximo alcalde de Lima adelantó lo que piensa hacer con “los corruptos, sanguijuelas, caviares” de la Municipalidad de Lima. “[…] de ser alcalde (los empresarios que se coludieron con la administración de izquierda) no pisen la Muni de Lima; fuera corruptos, fuera sanguijuelas, fuera tanto caviar, tanta gente que vive del presupuesto de Lima (con consultorías) que no sirven para nada”, expresó.