La Federación Regional de Rondas Campesinas de Cajamarca, región natal de Pedro Castillo, declaró que se unirán a esta movilización, al igual que otras organizaciones civiles que exigen el cierre del Congreso
La Federación Regional de Rondas Campesinas de Cajamarca anunció que para el próximo jueves 12 de enero de 2023 realizará la marcha ‘La toma de Lima’, a la que se sumarán más de 1.300 integrantes de 3.000 bases.
“El objetivo es centralizar nuestras movilizaciones en la ciudad de Lima y ser escuchados por las autoridades nacionales para lograr el cierre del Congreso y se convoquen nuevas elecciones generales en 2023″, dijo a La República Aladino Fernández, presidente de dicha organización gremial.
.300 ronderos se alistan para viajar a Lima para que nuestros reclamos sean escuchados. De esta manera se suman fuerzas con las otros frentes de lucha”, continuó.
Según Fernández, la participación de las rondas cajamarquinas será en forma escalonada. “La participación de la población ronderil será por grupos. Es decir, primero viajará un grupo que permanecerá una semana en la ciudad de Lima, para luego retornar a Cajamarca a fin de que otros compañeros vayan a Lima. Es una forma de mantener activa nuestra participación”, recalcó.
También precisó que financiamiento para el viaje y alimentación de los participantes será con propios de las rondas que se recaudan a través de actividades o de aportes individuales.
Tregua hasta enero
Las protestas que piden la renuncia del actual gobierno tras la destitución de Pedro Castillo podrían reactivarse en enero, mientras la nueva gobernante, Dina Boluarte, pidió a los partidos, sus militantes y los sindicatos “reflexión” y “diálogo”.
Gremios de las regiones de Cusco, Puno, Apurímac, Moquegua, Madre de Dios, Ayacucho y Arequipa, donde Castillo obtiene alto apoyo, ya adelantaron que volverán a las calles el primer mes de 2023.
Boluarte, quien era vicepresidenta, asumió el gobierno de Perú luego de que, el 7 de diciembre, el izquierdista Castillo intentó cerrar el Congreso, sin respaldo institucional, por lo que acabó siendo detenido para ser investigado por supuesta incitación a la rebelión popular.
Su caída desató violentas protestas las siguientes dos semanas, que dejaron 28 muertos y más de 600 heridos en enfrentamientos de sus simpatizantes con las fuerzas de seguridad.
Estas manifestaciones, principalmente en sectores rurales del sur, menguaron hacia fines de diciembre tras la intervención militar y con las fiestas de fin de año, pero pueden reactivarse.
“Tenemos información de que posiblemente, a partir del 4 de enero del próximo año, nuevamente tengamos conflictos sociales, muy particular en la zona sur”, sostuvo el ministro del Interior, Víctor Rojas, durante una conferencia con la Asociación de la Prensa Extranjera en Perú.
Rojas dijo que viajará a Arequipa, Cusco y Puno “para establecer y corroborar la información y disponer los servicios policiales”. Agregó que la acción policial no será “de represión, sino para proteger la propiedad y el libre tránsito”.