La crisis institucional por la que viene atravesando Petroperú ha provocado que la agencia Standard & Poor’s (S&P) rebajara hace unos días su calificación a largo plazo de BBB- a BB+, un escalón donde se ubican los ‘bonos basura’.
Esta situación que ha despertado preocupación por parte de los dueños de la empresa estatal –el Estado– también ha generado mucha incertidumbre en los trabajadores de Petroperú, quienes temen que producto de la mala gestión de la actual administración la compañía termine en la quiebra.
A esta preocupación también se le suman los abusos que vienen sufriendo los trabajadores por parte de la gerencia general, la cual se encuentra a cargo de Hugo Chávez Arévalo.
Clima laboral
En diálogo con La República, Aldo Collantes, secretario general del Sindicato de Trabajadores Administrativos de Petroperú (STAPP), señaló que el último 14 de marzo la estatal comunicó que a un total de 125 trabajadores se les recortaría el sueldo.
En dicho documento, la empresa precisó que 112 trabajadores tenían sueldos “no acordes a su nivel de responsabilidad”, mientras que a otros 13 se les iba a reubicar de posiciones con otra escala salarial (ver documento adjunto).
Sin embargo, ante la presión de los trabajadores que argumentaban que esta decisión de la gerencia general no tenía sustento alguno, la empresa estatal dejó sin efecto dicha medida.
El dirigente sindical también detalló que, luego de que el STAPP no respaldara a la actual administración, comenzaron a ser atacados.
Prueba de ello, al actual secretario general del STAPP, con 28 años de servicios en la empresa, lo cambiaron de posición en diciembre del año pasado, pasando de supervisor de tesorería a auxiliar de servicio al cliente. Además, fue trasladado de San Isidro a la refinería de Conchán, a pesar de que la norma establece que un dirigente sindical no puede ser movido de su localidad.
En tal sentido, a través de una carta abierta, el sindicato expresó que “se ha despedido y/o humillado con remociones y traslados lejos del lugar de sus labores habituales y reducción arbitraria de sueldos a trabajadores con más de 40 años de servicios; enfrentamientos entre trabajadores, propiciando y auspiciando organismos sindicales, corrompiendo la lucha sindical al someterlos con dádivas y ventajas sobre los que no aceptamos su prepotencia y abusos” (ver documento adjunto).
Otro punto importante que alerta Collantes es que con la nueva administración de Hugo Chávez hubo un cambio de cerca del 90% de la plana gerencial de la empresa y estos fueron sustituidos por exfuncionarios del Gobierno Regional de Áncash, quienes no cumplirían con el perfil idóneo para asumir gran responsabilidad, pues no tienen experiencia en el sector de hidrocarburos.
“Queremos que la administración definitivamente cambie con su salida, porque la reputación financiera está asociada a su presencia a Petroperú. Él (Hugo Chávez) solito ha malogrado la imagen de la empresa”, manifestó Collantes.
Paro nacional
Ante ello, el STAPP ha convocado a un paro nacional para este 21 y 22 de marzo (48 horas) a fin de que cese el abuso que vienen sufriendo los trabajadores.
Sin embargo, luego de esta convocatoria, el sindicato dijo que se “viene amenazando con el despido para quienes acaten la paralización”.
MEF no respalda a la administración
Tal como lo adelantó La República, no hubo cambio en el directorio ni en la gerencia general luego de la Junta General de Accionistas, celebrada el último miércoles.
Petroperú, a través de un comunicado, destacó que el directorio y la administración fueron respaldados por la Junta de Accionistas, conformada por el Ministerio de Energía y Minas (60% de participación) y el Ministerio de Economía y Finanzas (40% de participación).
No obstante, minutos después, este comunicado fue eliminado. El MEF desmintió lo afirmado por Petroperú y manifestó que no ha expresado respaldo al directorio y la administración de la empresa estatal.
Documentos en medio de la crisis
