Alcalde electo de Lima, Rafael López Aliaga. (Foto cortesía del Jurado Nacional de Elecciones de Perú)
Lima a principios de este mes eligió un nuevo alcalde para dirigir la ciudad más poblada de Perú.
Rafael López Aliaga, un empresario conservador, derrotó por estrecho margen a su oponente en una campaña marcada por una ferviente oposición al comunismo y los valores progresistas. Después de su victoria, la comunidad LGBTQ de Lima puede tener motivos de preocupación.
Un católico devoto, López, también conocido como RLA, es un miembro del Opus Dei que ha practicado la autoflagelación y el celibato desde que se unió a la secta católica conservadora cuando tenía 19 años.
“Así como un homosexual no puede imponer su vida a nadie, también estaría loco por imponer sus creencias en todo el Perú”, dijo López.
Sin embargo, sus puntos de vista sobre temas sociales reflejan estrechamente la doctrina cristiana de derecha.
Está firmemente en contra del aborto, la igualdad matrimonial y la “ideología de género” y ha criticado a los tres en Twitter. También ha denunciado la supuesta “homosexualización” de los niños peruanos.
El alcalde electo, sin embargo, es quizás distinto en algunos aspectos entre los políticos conservadores en el continente.
López ha respaldado las parejas domésticas para parejas del mismo sexo y ha afirmado que contrataría a un “transexual” si fuera la mejor persona para el trabajo. López también se ha opuesto al presidente brasileño Jair Bolsonaro.
“Bolsonaro insulta a la comunidad gay”, ha dicho López. “Soy inclusivo, la comunidad debe ser bienvenida”.
La veracidad de su “inclusión”, sin embargo, está en debate.
El escritor y politólogo peruano José Alejandro Godoy no está convencido.
Le dijo al Washington Blade que López ha sido cauteloso con respecto a lo que está diciendo sobre temas relacionados con LGBTQ. Godoy teme que con la elección de López, un retroceso de los derechos humanos LGBTQ sea inminente. Según el politólogo, las ordenanzas contra la discriminación y los permisos otorgados al Desfile del Orgullo de Lima pueden estar en juego.
De hecho, hay razones para creer que la lucha por los derechos LGBTQ en Lima está empeorando.
A lo largo de octubre, Lima ha sido un semillero de activismo anti-trans. Coordinada en parte por destacados miembros del Congreso y Renovación Popular, el partido político de López, la ciudad ha experimentado protestas “contra la ideología de género y a favor de la familia”.
El congresista de Renovación Popular Alejandro Muñante, quien es el tercer vicepresidente del Congreso peruano, y CitizenGO, un grupo activista de derecha, lograron el 3 de octubre que un camión ingresara al frente de la sede parlamentaria de Perú con el mensaje: “OEA: Las mujeres se definen por la biología, no por la ideología”.
Apuntando a la Organización de los Estados Americanos en su 52ª Asamblea General, Muñante y CitizenGO han estado haciendo campaña contra los esfuerzos internacionales para impulsar una definición más diversa de género. Al día siguiente, el 4 de octubre, Renovación Popular envió una carta al Ministro de Relaciones Exteriores peruano oponiéndose al aborto y rechazando cualquier documento de la OEA que pueda obligar a Perú a “otorgar un reconocimiento indebido a los hombres transexuales y otorgarles los derechos de las mujeres”. Finalmente, el 6 de octubre, miles salieron a las calles de Lima, marchando contra el aborto y la ideología de género. Muñante promovió la marcha y López retuiteó la cobertura de la misma.
Jazmín Peña-Laurencio, abogada defensora peruana de derechos humanos, cree que la comunidad LGBTQ en Lima no debe perder la esperanza.
Las ordenanzas municipales que protegen contra la discriminación de género y LGBTQ han sido duramente ganadas por la comunidad, explica.
“Aunque el Congreso tiene el poder de eliminar estas protecciones, la ciudadanía no lo permitiría, ya que el problema [de la discriminación LGBTQ] se ha hecho muy visible en comparación con hace unos años”, dijo.
Peña-Laurencio dijo que la comunidad debe seguir luchando por la visibilidad, ya que eso permite que muchos sectores de la sociedad se unan a la lucha y no vean la discriminación LGBTQ como un tema de nicho. Los activistas de Lima están de acuerdo con el enfoque del abogado.
Manuel Ramírez-Gómez, un activista de Lima y presentador de un popular podcast LGBTQ, es igualmente optimista sobre el futuro de su ciudad. Dice que la elección de López no es nada nuevo; Su comunidad siempre ha sentido miedo como minorías en la ciudad conservadora. Sin embargo, según el podcaster; Los activistas LGBTQ en Lima planean continuar organizándose, marchando y luchando hasta que sus derechos sean plenamente reconocidos.
Enrique Vega-Dávila, un pastor queer y académico, se hace eco del sentimiento de Ramírez-Gómez.
“Esta no es la primera vez que tenemos un alcalde con fobia a la diversidad”, dijo Vega-Dávila al Blade. “El activismo LGBTTTIQ nunca ha sido fácil en Perú. La sociedad conservadora en nuestro país ha hecho del armario una alternativa a la posibilidad de luchar por nuestros derechos. La administración de RLA seguramente intentará socavar nuestro derecho a aparecer en espacios públicos, pero hemos estado luchando contra los grupos anti-derechos humanos durante mucho tiempo y continuaremos haciéndolo”.
A pesar de los esfuerzos de los activistas, no todos son tan optimistas sobre la posibilidad de progreso en Lima bajo una administración de López.
Godoy explicó al Blade que Renovación Popular ganó la mayoría en el Consejo Metropolitano de Lima (El Concejo Metropolitano).
“ Desafortunadamente, no creo que ningún progreso hacia los derechos LGBTI en Lima sea actualmente posible”, dijo Godoy al Blade. “No solo digo esto por la mayoría de Renovación Popular, sino también por el hecho de que otros partidos que han ganado escaños no se han inclinado a defender la agenda LGBTI”.
Combinado con la administración federal izquierdista y antipática del presidente Pedro Castillo, las perspectivas para la comunidad LGBTQ de Lima no parecen brillantes.
López reemplazará al actual alcalde de Lima cuando termine su mandato el 31 de diciembre.
