El monasterio de Santa Catalina de Siena, ubicada a solo tres minutos de la plaza de Armas, fue nuestra primera parada. Este convento fundado el 10 de setiembre de 1579 aún sigue en funcionalidad, acogiendo entre sus paredes a monjas que viven en la zona norte del complejo.
El encanto de esta ciudadela reside en sus vibrantes colores y la belleza que maestros de obras lograron en la arquitectura de esos recintos, donde destaca una gran pileta y mirador en la zona alta del convento. Además, atesora grandes piezas de arte talladas en madera y oro, así como pinturas que descansan dentro de sus 20,000 metros cuadrados.
A 40 minutos del centro de la ciudad, se encuentra la zona realizada a base de la materia prima de la ciudad, el Sillar. En el distrito de Cerro Colorado reúne las canteras de esta piedra de origen volcánico que brindan uno de los paisajes naturales más asombrosos de la zona.
La Ruta del Sillar muestra el proceso de extracción, labrado y megatallado del sillar, piedra de color albo que predomina en la arquitectura arequipeña. En sus 2,000 metros de cantera, son varios los artesanos que presentan sus trabajos para el público, figuras como corazones, toros y un nacimiento gigante, entre otros, pueden ser visitados por el público y capturados a través de una fotografía para su recuerdo.
Dejamos la ciudad de Arequipa para dirigirnos a dos grandes atractivos turísticos reconocidos mundialmente, el Valle del Colca y el mirador de la Cruz del Cóndor, ambos ubicados en el distrito de Chivay.
Con 5 horas de distancia, en el camino visitamos la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca, su extensión de más de 366 hectáreas la ubica entre los departamentos de Arequipa y Moquegua, con el objetivo principal de conservar los recursos naturales y paisajísticos de la zona.
Salinas y Aguada Blanca fue fundada en un inicio como un lugar para la protección de vicuñas, pero hoy representa, además, la principal reserva de agua de la ciudad de Arequipa y alrededores.
Antes de nuestra llegada a Chivay, se pueden encontrar varios puntos para poder mirar a lo lejos el imponente Valle del Colca, asimismo, la presencia de varios artesanos que lucen sus trabajos a un lado de la carretera, un punto ideal para comprar recuerdos de la ciudad.
El pueblo de Chivay nos recibió con un clima frío, esto debido a sus 3,635 metros sobre el nivel del mar (msnm). Sus pobladores resaltan con los colores vibrantes y la vestimenta tradicional que visten, prendas que representan uno de los bailes oriundos del pueblo, el Wititi.
En busca de la confección de estas prendas, ingresamos al Mercado principal, donde son varias las personas que poseen el talento de tejer y bordar. Los sombreros, faldas, medias, guantes, y más, son fabricados en tela de alpaca y bordados con dedicación, para brindar un producto de calidad a todo visitante.
Para llegar hasta el mirador de la Cruz del Cóndor enrumbamos por tres horas desde Chivay hasta nuestro destino ubicado a 3 287 msnm. El camino por la carretera cuenta con diferentes paradas desde donde se puede apreciar una gran toma del Valle.
Además, visitamos el pueblo de Yanque, situado en nuestro camino, donde varios niños realizaban la danza del Wititi, vestidos de trajes típicos y ante la mirada expectante de los turistas, quienes los grababan y brindaban propinas ante la gran presentación.
El Cañón del Colca no es cualquier cañón, es el tercero más profundo del mundo. Se encuentra entre dos gigantes, los volcanes de Coropuna y Ampato, cada uno con más de 6000 metros.
Para poder apreciar el vuelo de los cóndores es recomendable llegar entre ocho y once de la mañana. En este lapso aprovechan los aires calientes para salir en búsqueda de su comida, brindando un vuelo espectacular a vista de muchos turistas que llegan para conocerlos.
El mirador cuenta con amplios espacios donde las personas pueden sentarse y disfrutar del gran paisaje que ofrece el Valle del Colca, decorado con nubes blancas y pequeñas aves que vuelan en el aire. En su cima descansa una Cruz, a la cual debe su nombre, y hasta donde los turistas llegan por la ansiada fotografía junto al vuelo de los cóndores.
Para una relajación ante la caminata realizada hasta la zona más alta, regresamos al pueblo de Chivay donde sus aguas termales “La Calera” nos recibieron a más de 38 centígrados. Estos baños cuentan con cinco piscinas temperadas a donde llegan las personas para descansar con sus calientes aguas.
Asimismo, cuentan con propiedades curativas de diversos males, como el reumatismo y otros relacionados a los músculos y la piel, ya que contienen 30% de calcio, 19% zinc y 18% de hierro, elementos que pueden ser absorbidos por los poros y ayudan en sobremanera a los dolores musculares y óseos.
Sin lugar a duda la comida arequipeña se lleva todo nuestro reconocimiento. Los chicharrones, el cuy, la ocopa arequipeña, acompañado de su infaltable maíz morado, hicieron de nuestro recorrido uno completo. Arequipa abre sus puertas bajo el sello Safe Travels para que más personas se animen a conocerlo y disfrutar de todo lo que tiene en sus tierras por ofrecer.
Más datos:
-Arequipa se consolida como un importante destino turístico y solo en octubre un total de 109,980 pasajeros arribaron al aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón de la Ciudad Blanca.
-Desde enero hasta noviembre llegaron al valle del Colca 96,558 visitantes, cifra que permite estimar que al concluir este 2021 se reportará más de 100,000 turistas.