Perú tiene un fuerte componente religioso en el que han convivido y en algunos casos, adaptado, las raíces incaicas y el catolicismo.
La llegada del catolicismo
Lo que quizá no todos saben, es que más allá de la llegada del catolicismo al Imperio incaico, uno de los mentores de la conquista del territorio fue un sacerdote: Hernando de Luque. Este español que se encontraba en Panamá, financió, junto con Diego de Almagro, las expediciones realizadas en 1524-1525 y 1526-1528.
Pero ambas resultaron un rotundo fracaso. Sin importarle esto, Hernando de Luque apoyó a Pizarro cuando el gobernador de Panamá, Pedro de los Ríos, le exigió que volviera hacia ese lugar y abandonara la empresa en el sur. Luque le escribió para que continuara con la empresa y esperara la ayuda que iba en camino.
Así Pizarro con sus tropas exhaustas, en 1527 llegaron a la isla del Gallo, donde muchos de sus hombres no quisieron proseguir. Aquí ocurre lo que se conoce históricamente como los “Trece caballeros de la isla del Gallo”. Allí el conquistador trazó una raya en el suelo obligando a que decidieran si querían seguir o no en la expedición. Solo trece cruzaron el límite.
Todos ellos esperaron los refuerzos enviados por Hernando de Luque y Diego de Almagro para dirigirse al Imperio Inca cuya extensión era de dos millones de kilómetros cuadrados y cuya capital era Cusco.
Dirigido por el emperador Atahualpa, Pizarro se atrevió a llegar a Cajamarca a entrevistarse con él, a pesar de la gran cantidad de guerreros incas. Por su parte, Atahualpa, no temía a los españoles ya que los consideraba dioses.
Y es aquí donde nuevamente entra en juego la Iglesia Católica a través de Fray Vicente Valverde, un dominico que le presenta la Biblia a Atahualpa para convertirse al cristianismo. El Inca la miró y la tiró al suelo, lo que convenció a los españoles de su blasfemia y lo encarcelaron.
De nada sirvió que Atahualpa se mostrara amigable, inclusive ofreciéndole a Pizarro una de sus hermanas como esposa, que el conquistador español aceptó. De nada sirvió que hiciera llenar la habitación en la que estaba preso con oro y plata traídos por sus súbditos, para que lo liberaran. Pizarro lo mandó a ejecutar.
Vicente Valverde fue luego obispo de Cusco y protector de Indios frente a los abusos españoles. No obstante, en uno de sus viajes a Centroamérica, los indígenas le dieron muerte en represalia por sus intentos de predicarles la religión cristiana.
Otras órdenes religiosas que llegaron al Perú
Otra orden que llegó al Perú en 1542 fue la de los franciscanos. Además de evangelizar, también les enseñaron labores agrícolas y castellano.
Pero quizá la más importante en cuanto a la vinculación con los aborígenes fue la Compañía de Jesús u Orden Jesuita. Desde que arribó, llevó adelante numerosos pleitos con las autoridades por defender a los indígenas. Aunque se encargaron de aprender la lengua, y de incentivar el arte entre los nativos, existen controversias con respecto a las haciendas en las que los hacían trabajar.
Los españoles pretendieron imponer su religión sin respetar las propias creencias y religiones de los pueblos nativos.
Actualidad
Como podemos darnos cuenta en la actualidad, la religión católica se impuso con éxito, teniendo a la mayor parte de la población como seguidora de dicha religión. Con toda la influencia que tuvo en sus comienzos aquí en Perú, no es de extrañar que haya jugado un papel fundamental a lo largo de la historia, y que aún desempeñe un papel importante en el gobierno, la sociedad y la cultura.
Las religiones anteriores a la conquista española
Época preincaica
En este tiempo no había religiones unificadas o predominantes. Pero una de las más conocidas era el culto de Chavín perteneciente a la civilización Huantar. Este culto está asociado a la reverencia que se tenía a los jaguares.
La cultura Nazca o Paracas fue la que realizó los glifos o líneas de Nazca. Estos inmensos dibujos en el desierto se realizaron removiendo piedras oscuras y superficiales. Se supone que las utilizaban para procesiones.
Creían en muchos dioses que eran animales como los monos y arañas. Y la deformación de sus cráneos que se realizaba desde la niñez, tenía que ver con cuestiones religiosas. Así como la perforación del cráneo de los fieles.
Por su parte, la cultura Chímu de la costa norte parece haber sido ecléctica en sus creencias. Cultivaban la camaradería y el respeto por la naturaleza.
En tanto la cultura andina que surgió alrededor del Lago Titicaca, recibe también la influencia de la civilización Huari. Y de esta confluencia se consolida la cultura inca.
Época incaica
La religión incaica se basó en las creencias en Inti, el dios Sol, considerado el creador del primer inca. Este Dios era súbdito del dios Wiracocha, que era el creador, creador de la civilización y patrono de las artes.
Inti Illapa es el tercer dios, que representaba a la lluvia y la fertilidad. Su hermana era la diosa Quilla, la luna. Y la Pachamama o Madre Tierra, veneración que todavía hoy se realiza en la comunidad andina.
Pero no eran los únicos había muchos dioses propios de los incas; y otros que provenían de las tribus conquistadas.
La fiesta más importante es el Inti Raymi, que se celebraba y aún se celebra el 21 de junio (el día más corto en el hemisferio sur). Allí se sacrificaban llamas negras en honor al Sol. Y los adivinos usaban las entrañas de los animales para ver los sucesos del año siguiente.
Los incas pensaban que el ser individual y por lo tanto su nacimiento, era una separación temporal de una identidad colectiva, a la cual se regresaba cuando se moría.