Ubicado en Barrios Altos, el antiguo nosocomio real de San Andrés conserva en sus adentros los cadáveres de 42 personas que datan de la época colonial. Te contamos por qué cerró sus puertas al público.
En la octava cuadra del jirón Huallaga, cerca a la Plaza Italia, se encuentra ubicado lo que alguna vez fue el famoso Hospital Real de San Andrés, el primer nosocomio del Perú y Sudamérica y donde, se dice, estarían enterradas las momias de Pachacútec, Túpac Yupanqui y Huayna Cápac.
Según los historiadores, este hospital tuvo sus inicios en 1552, cuando Francisco de Molina atendía en su casa en el callejón de Santo Domingo a enfermos que carecían de recursos. El número de pacientes fue aumentando progresivamente y hubo que recurrir a la caridad pública y luego a la ayuda del virrey Andrés Hurtado de Mendoza, quien le asignó algunas rentas para comenzar la construcción de las enfermerías.
Durante los primeros años, el hospital tenía cuatro salones largos, conocidos como cirugías, que estaban organizados en una cruz griega. El más corto correspondía a la capilla y en el crucero estaba el altar donde se realizaban las misas.
El hospital San Andrés en el tiempo
Dos siglos después, en 1792, siendo virrey don Francisco Gil de Taboada y bajo la dirección de Hipólito Unanue, se creó el anfiteatro anatómico dentro del complejo de San Andrés. Las conferencias clínicas que se llevaron a cabo ahí constituyeron los primeros pasos de la reforma de la enseñanza médica que culminó años más tarde con la fundación del Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando.
El nosocomio siguió funcionando hasta el 8 de marzo de 1875, cuando todos los pacientes pasaron al recién inaugurado Hospital Dos de Mayo. A partir de ese año, el local operó como convento de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul y luego fue utilizado por el Colegio Óscar Miró Quesada, hasta que en el 2007 los alumnos fueron evacuados por Defensa Civil, debido a que los estragos del terremoto lo pusieron en riesgo de derrumbe.
Actualmente, quedan muy pocos espacios y bastante deteriorados de lo que fue la planta tradicional del hospital. Sin embargo, ya se han presentado proyectos para reconstruirlo y hacer de esta edificación virreinal un museo.
El hospital San Andrés registra sus inicios en 1552. Foto: La República
Un cementerio colonial
Desde hace más de 100 años, muchos investigadores han sugerido que los restos de los incas Pachacútec, Túpac Yupanqui y Huayna Cápac se encuentran enterrados dentro de los límites de San Andrés; sin embargo, todo intento de encontrarlos no ha tenido éxito.
Dos proyectos para la búsqueda de las momias realizados en 1877 y 1937 confirmaron la existencia de una cripta grande bajo la iglesia del hospital. Además, este año se han hallado 42 restos de cuerpos enterrados entre hombres y mujeres de 30 a 50 años.
Los investigadores cavaron apenas 30 centímetros para descubrir decenas de osamentas, algunas en perfecto estado de conservación. “Es un cementerio de la época colonial. Aquí se enterraron a personas de diferentes clases sociales”, destacó el gerente del Programa municipal para la recuperación del centro histórico de Lima, Luis Martín Bogdanovich, ante el descubrimiento.